Taiwán no descarta “factores ambientales, mecánicos o humanos” en accidente del caza

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Taipéi, 11 sep (EFE).- La Fuerza Aérea de Taiwán manifestó este miércoles que el reciente accidente de un caza de combate isleño podría haber sido provocado por “factores ambientales, mecánicos o humanos”, e insistió en que todavía es necesaria una “investigación profesional” para dilucidar las causas del suceso.

El incidente en cuestión ocurrió en la noche del martes, cuando el capitán Hsieh Pei-hsun, un piloto con más de 700 horas de vuelo, despegó desde la base aérea de Hsinchu (noroeste) para realizar un ejercicio de entrenamiento nocturno con un avión de combate Mirage 2000, de fabricación francesa.

Durante el proceso de retorno a la base, “se detectó un fallo en el sistema de propulsión” de la aeronave, “lo que llevó al piloto a eyectarse de inmediato”, según un comunicado del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán.

Tras una búsqueda exhaustiva por mar y aire, un barco de la Guardia Costera taiwanesa logró rescatar con vida al piloto, quien fue posteriormente trasladado a un hospital de la ciudad de Taichung (oeste).

En una rueda de prensa, el mayor general de la Fuerza Aérea Yu Te-chung explicó que el piloto siniestrado “tuvo un minuto para decidir si se eyectaba o no” de la aeronave.

“En ese momento, su líder le recordó que prestara atención a la altitud y al momento adecuado para eyectarse. De todos modos, la causa de la pérdida de empuje del motor debe ser determinada por una investigación profesional de seguridad aérea”, manifestó Yu ante los medios de comunicación.

“No se descartan factores ambientales, mecánicos o humanos, y se están recopilando pruebas relacionadas antes de elaborar un informe de investigación que será compartido con la población”, agregó el oficial de la Fuerza Aérea.

Taiwán recibió el primero de sus sesenta aviones de combate Mirage 2000 en 1997 y, desde entonces, al menos siete de ellos se han perdido en diferentes accidentes, según la agencia estatal de noticias CNA.

Actualmente, la columna vertebral de la Fuerza Aérea de Taiwán son los cazas F-16, de fabricación estadounidense: el Gobierno isleño compró 66 de estos cazas a EE.UU. en 2019 por 8.000 millones de dólares, y espera recibir los dos primeros a finales de este año.

La principal labor de estas aeronaves consiste en interceptar a los aviones de guerra chinos que sobrevuelan los alrededores de Taiwán, algo que sucede con cada vez más frecuencia. EFE

jacb/gbm/alf

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