Berlín, 10 sep (EFE).- El Gobierno alemán se mostraba este martes dividido en un día en el que la ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, acoge en Berlín a los líderes del principal grupo parlamentario de la oposición y los responsables de los estados federados para debatir medidas para controlar la inmigración.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, la ecologista Annalena Baerbock, rechazó este martes de forma tajante la posibilidad de rechazar en las fronteras germanas a migrantes que deseen reclamar asilo, tal y como planteaba la víspera Faeser.
"Las acciones en solitario no son una solución. El terrorismo no se combate con histeria y el terrorismo solo se combate de forma conjunta, en Europa", afirmó Baerbock en una rueda de prensa en Berlín, en la que alertó ante la necesidad de "no dejarse dividir" pese al empuje de fuerzas políticas como la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
AfD, ganadora de las elecciones regionales en Turingia hace dos domingos, día en que también fue segunda fuerza política en Sajonia, ha hecho de la mano dura contra la inmigración uno de sus principales caballos de batalla.
Para Baerbock, defensora del pacto europeo de migración ante los desafíos que plantea la inmigración, la solución para limitar la llegada de migrantes y solicitantes de asilo a Alemania no puede pasar por rechazarlos de forma sumaria en la frontera, una opción que además no es sólida desde el punto de vista legal.
La reunión que acoge Faeser es la segunda que convoca la titular de Interior después del atentado islamista de Solingen que dejó tres muertos y ocho heridos a manos de un islamista sirio que debía haber sido expulsado de Alemania.
La cita también tiene lugar en un día en el que organizaciones como el Consejo de Migración alertan de que las ideas de Faeser son parte de una "estrategia peligrosa" que atenta contra la legislación europea.
Por su parte, los representante de la oposición acudían después de haber alimentado especulaciones sobre su presencia este martes en la reunión.
Después de que Faeser dijera que el Ejecutivo quería presentar "maneras para realizar expulsiones de forma eficaz", los representantes de los estados federados y del principal grupo parlamentario, compuesto por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), dieron cuenta de su escepticismo ante las intenciones del Gobierno.
Las dudas de estos políticos conservadores se justificaban en vista de las diferencias que existen dentro de las fuerzas del Ejecutivo, concretamente entre socialdemócratas y verdes.
"Las diferentes opiniones que se han escuchado desde Gobierno dejan dudas sobre si el Gobierno está unido y no somos nosotros los que tenemos que intervenir como un terapeuta", señaló antes de que comenzara la reunión este martes Roman Poseck, ministro del Interior de Hesse, y representante en la reunión de los estados federados gobernados por la CDU.
Con todo, Thorsten Frei, máximo representante de la CDU en la cita, explicó su presencia en la reunión del Ministerio del Interior dado que la problemática migratoria es "un gran desafío para nuestro país, un gran trabajo pendiente y hay una gran necesidad de gestionar el desafío de la migración".
"Por esto está clara nuestra participación y por eso buscamos una buena solución", añadió.
Según él, pese a que se especuló con que los representantes de la CDU/CSU no acudirían a la reunión, dos llamadas de Faeser a los representantes de este partido, una la víspera y otra este martes, resultaron decisivas para que comparecieran Frei y compañía.
Junto a Frei, Alexander Hoffman, representante de la CSU, resaltó antes del encuentro la necesidad este martes de "encontrar soluciones de verdad", algo que para los integrantes del principal grupo parlamentario de la oposición pasa por rápidas expulsiones a las fronteras del país de inmigrantes registrados en otros países.