El Ejército de Birmania ha puesto en marcha este martes las actividades de entrenamiento de la que es ya la quinta ronda de personas reclutadas forzosamente en virtud de la ley de servicio militar obligatorio aprobada para paliar la falta de personal militar en el seno de las Fuerzas Armadas del país asiático. La instrucción está teniendo lugar en las escuelas de entrenamiento militar del Mando de Rangún, el Mando del Sureste, el Mando del Este, el Mando Central del Este, el Mando del Sur, el Mando del Noroeste y el Mando de la Región del Triángulo, según ha informado el portal de noticias birmano Irrawaddy. La junta militar ha indicado que cada nueva tanda de efectivos estará formada por unos 5.000 reclutas, si bien las mujeres solo podrán ser incluidas a partir de la próxima ronda de reclutamiento. El régimen militar introdujo el servicio militar obligatorio en febrero tras sufrir duras derrotas y perder grandes extensiones de territorio en el norte del estado de Shan frente a los rebeldes de la Alianza de la Hermandad, formada por tres ejércitos insurgentes. La junta comenzó con las labores de entrenamiento el pasado mes de abril y, según estimaciones derivadas de las proyecciones del propio Ejército, habrían incluido 25.000 efectivos en tan solo seis meses. En una entrevista exclusiva concedida recientemente al citado portal de noticias, el general de división Tun Myat Chief, jefe del rebelde Ejército Arakan (AA), ha asegurado que muchos de los nuevos reclutas han sido enviados al estado de Rajine, donde las fuerzas birmanas han sufrido numerosas bajas durante los últimos enfrentamientos. La ley obliga a los hombres de entre 18 y 35 años y a las mujeres de entre 18 y 27 a servir al menos dos años en el Ejército. Eludir el servicio militar obligatorio se castiga con hasta cinco años de cárcel, por lo que la legislación ha provocado un éxodo masivo de jóvenes al extranjero, sobre todo a Tailandia, mientras que algunos han optado por unirse a las fuerzas contrarias al régimen.