Misión ONU en Siria alerta sobre intensificación de conflicto por vínculos con el de Gaza

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Ginebra, 10 sep (EFE).- La guerra civil en Siria, iniciada hace 13 años, se está intensificando nuevamente por el aumento de las tensiones regionales que ha producido el vecino conflicto en Gaza provocando nuevos ataques contra civiles, advirtió este martes la Comisión de Investigación de la ONU para el territorio sirio.

En un nuevo informe que será presentado la próxima semana ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la comisión presidida por el brasileño Paulo Pinheiro indicó que en los últimos meses las hostilidades han aumentado en numerosos frentes del conflicto.

En este sentido, se ha registrado un incremento de los bombardeos israelíes contra milicias apoyadas por Irán e incluso contra oficiales iraníes, causando víctimas civiles en al menos tres ocasiones, la última de ellas la semana pasada en la provincia central siria de Hama, indicó el informe.

"Por su parte, los grupos vinculados a Irán han atacado bases en el este de Siria más de cien veces desde el inicio de la guerra en Gaza, la última vez el mes pasado, lo que fue respondido con contraataques de EEUU", indicó el informe, en el que se señala que seis ejércitos extranjeros siguen implicados en el conflicto sirio.

En el noroeste del país continuaron los ataques del Ejército del régimen de Bachar al Asad, algunos de ellos con bombas de racimo (prohibidas en más de un centenar de países), que en recientes incidentes causaron la muerte e hirieron a más de 150 civiles, incluidos mujeres y niños, destacó el documento.

Éste también denuncia ataques aéreos de la fuerzas rusas que causaron víctimas civiles en Idlib (noreste) y de fuerzas turcas en el noroeste que el pasado invierno afectaron a instalaciones médicas y energéticas, dañando los servicios básicos de más de un millón de personas.

También el sur de Siria sigue golpeado por la violencia, señaló la comisión, indicando que ha iniciado una investigación profunda de la masacre de Daraa (7 de abril) en la que 10 civiles, entre ellos dos niños, fueron ejecutados por una milicia progubernamental.

Los milicianos profirieron durante la matanza eslóganes ligados al Estado Islámico y ejecutaron a sus víctimas con cuchillos o tiros a bocajarro en unos sucesos que podrían ser considerados crímenes de guerra, aseguró el informe que será presentado ante el Consejo.

Mientras se cometía la masacre, las fuerzas gubernamentales "se mantuvieron a tan sólo unos metros de distancia, sin intervenir ni proteger a los civiles, mostrando que Siria está hundiéndose en la anarquía", destacó uno de los miembros de la comisión tripartita, Hanny Megally.

El documento subraya por otro lado que el Gobierno sirio continúa utilizando la tortura contra detenidos, en algunos casos mediante violencia sexual, pese a la orden el pasado año de la Corte Penal Internacional de detener este tipo de actos degradantes.

También se denunciaron casos de tortura, además de ejecuciones de prisioneros, perpetrados por el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham en el noroeste del país.

El informe recuerda por otro lado que las Fuerzas Democráticas Sirias, opuestas al régimen de Al Asad en el norte del país y que cuentan con el apoyo de Estados Unidos, mantienen aún detenidos a unos 30.000 niños en los campos de internamiento de Al Hol y Al Roj, por la supuesta vinculación de sus padres al Estado Islámico.

En esos mismos campos hay también detenidos numerosos miembros de la etnia yazidí, pese a que en su día fueron víctimas de prácticas genocidas por parte del mismo Estado Islámico, denunció la tercera componente de la comisión, Lynn Welchmann.

Paralelamente a la intensificación del conflicto, Siria está hundiéndose cada vez más en una crisis humanitaria en la que 13 millones de habitantes del país (más de la mitad de la población nacional) sufren inseguridad alimentaria, incluidos 650.000 niños con malnutrición aguda, recordó el informe de expertos de la ONU. EFE

abc/alf

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