(Actualiza con declaraciones del prefecto)
París, 7 sep (EFE).- La reapertura del acceso al túnel del Somport, que atraviesa el Pirineo central entre el valle del Aragón (España) y el de Aspe (Francia), por el lado francés tardará "meses" por las obras para reparar la carretera tras los desprendimientos por las lluvias torrenciales de este sábado.
El prefecto (delegado del Gobierno) de los Pirineos Atlánticos, Julien Charles, dio esa indicación del plazo necesario en una entrevista a la emisora France Info, en la que señaló que el tráfico de camiones ya se desvió la pasada noche en Oloron, en la parte baja del valle de Aspe.
En esa situación, se pide que los camiones hagan el trayecto entre Francia y España por "los grandes ejes internacionales", en particular por "las autopistas", explicó Charles, que se refirió en concreto al paso de Hendaya por el País Vasco.
En un comunicado, la Prefectura avisó de que la carretera nacional RN134 ha quedado cortada en los dos sentidos de circulación al sur de la localidad de Urdos y de que habrá que analizar "en las próximas semanas" el estado del firme y las obras necesarias, "que son de largo plazo".
En la fotografía que ha colgado en X la delegación del Gobierno francés se puede ver la brecha que ha cortado la RN134 en dos.
En otra enviada a la prensa, se observa un desprendimiento de decenas de metros montaña abajo.
El prefecto, que destacó que las precipitaciones han llegado a 200 litros por metro cuadrado, justificó los meses que tendrá que permanecer cerrada la carretera porque habrá que evaluar la solidez de la calzada y subir tierra que ha caído montaña abajo con los desprendimientos para que se pueda consolidar.
La delegación del Gobierno subrayó que, por el momento, "no hay que lamentar ninguna víctima" como consecuencia de las fuertes precipitaciones que cayeron sobre todo en un corredor entre Saint Jean Pied de Port, Oloron y Pau.
No obstante, se han producido cuantiosos daños materiales en los municipios de Urdos, Etsaut, Borce y Cette Eygun, donde un paso peatonal quedó destruido.
Las autoridades tenían constancia de personas que habían quedado aisladas con las que estaba contactando esta tarde. También se organizaron operaciones de transporte en helicóptero y de reconocimiento aéreo
Más de 300 habitantes del valle de Aspe estaban esta tarde privados de electricidad y la empresa estatal tenía previsto enviar grupos electrógenos en espera de intervenciones definitivas.
También había problemas de suministro de agua potable para lo que se procedía a una evaluación de las necesidades.
Se mantenían en estado de vigilancia varios ríos, en concreto de nivel naranja para el Gave de Pau, y de nivel amarillo para el Gave de Oloron. EFE
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