Argel, 7 sep (EFE).- Argelia se acostó este sábado sin conocer la participación en las elecciones presidenciales, después de que la instancia electoral (ANIE) anunciara una caída de seis puntos hasta las 16:00 GMT y una rueda de prensa a las 21:30 GMT para comunicar el dato total de la jordana, que no se produjo.
El escrutinio comenzó al cierre de los colegios a las 19:00 GMT que todos esperan de la victoria al presidente, Abdelmajid Tebboune, pero la clave de esta cita recae en que la participación no baje del 39 % de los comicios de 2019, cuando Argelia registró su índice más bajo en unas presidenciales.
Sus competidores son el islamista Abdelali Hassani y el socialista Youcef Aouchiche, dos discretos candidatos del Movimiento de la Sociedad por la Paz (MPS), segundo partido del Parlamento, y el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), fundado en 1963, respectivamente.
"El pueblo esta llamado a votar sí, pero no a elegir", declaró a EFE un joven argelino. Como muchos de los abstencionistas consultados, no quiere "votar en elecciones decididas".
La jornada electoral transcurrió tranquila en un día especialmente caluroso en el país y con las aulas de los colegios electorales vacías, salvo en provincias del sur que registraron afluencia así como la provincia de Tinduf, con amplia población militar que está obligada a votar.
En Cabilia, región bereber natal del candidato socialista, que boicoteó masivamente los comicios de 2019 con un 0,18 % de participación, vivió hoy un cierto movimiento.
Aunque mantiene las cifras más altas de abstención como es tradición, algunas provincias superaron los diez puntos y ciudadanos como Issa acudieron a las urnas por primera vez en su vida para apoyar la candidatura de Aouchiche.
El voto exterior registró un aumento significativo hasta el 18,31 % a las 16:00 GMT, muy por encima del 8 % total de hace cinco años.
Estas elecciones suponían un test para el régimen argelino después del masivo movimiento de protestas de 2019, 'Hirak', que forzó la retirada de su predecesor Abdelaziz Buteflika, tras dos décadas en el poder, y reclamó un profundo cambio del sistema político-militar poscolonial que domina el país desde la independencia de Francia en 1962.
"(Hoy ha sido) un hirak silencioso que dijo todo", publicó en sus redes sociales el abogado defensor de los activistas detenidos del Hirak, Abdelghani Badi.
A Tebboune, que ganó las elecciones de 2019 impulsado por el aparato de poder, se le atribuye una cierta estabilidad social y económica, que dejó atrás la era de Buteflika, pero también un retroceso de las libertades civiles y la libertad de expresión.