La izquierda francesa denuncia que el nombramiento de Barnier "es un robo de electoral"

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París, 5 sep (EFE).- El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, fundador de La Francia Insumisa (LFI), cargó duramente contra el presidente francés, Emmanuel Macron, por nombrar primer ministro al conservador Michel Barnier y le acusó de robar las elecciones.

"Es un robo electoral", afirmó Mélenchon, tras haber recordado que Barnier sale de un partido, Los Republicanos, que quedó el último entre la grandes formaciones políticas francesas en las legislativas de julio, en las que esa formación de derechas logró 47 diputados del total de 577 de la Asamblea Nacional.

Es un primer ministro "que no tiene nada que ver con el resultado de las elecciones", argumentó el fundador de LFI en una comparecencia en vídeo minutos después del anuncio, y aseveró que no cree ni por un momento que Barnier vaya a encontrar una mayoría en la Asamblea Nacional que respalde "tal negación de la democracia".

Además, criticó duramente que Barnier haya sido nombrado "con el permiso y quizás la sugerencia" de la extrema derecha de Marine Le Pen, a pesar del esfuerzo para contener su avance en los últimos comicios.

"Es la negación de la voluntad del pueblo francés", recalcó.

Por todo ello, el líder izquierdista llamó a los franceses a salir a las calles el próximo sábado -fecha en la que LFI tenía ya convocada una gran manifestación para reclamar a Macron que nombrara a un primer ministro salido de la izquierda- para defender la democracia.

El resto de los partidos la izquierda, que acudió unida a las elecciones legislativas de junio pasado en la coalición del Nuevo Frente Popular (NFP), también fue extremadamente crítica con el nombramiento de Barnier.

De "corte de mangas" a los franceses lo tachó el líder del Partido Comunista francés, Fabien Roussel, mientras que su homóloga de Los Ecologistas, Marine Tondelier, lo calificó de "escándalo".

También el Partido Socialista (PS), que es habitualmente la fuerza más comedida dentro del NPF, habló de una "negación de la democracia llevada a su máximo apogeo".

"Entramos en una crisis de régimen", afirmó en su cuenta de X el primer secretario socialista, Olivier Faure.

Además, Faure recordó que LR ni siquiera participó en el cordón sanitario para tratar de contener lo que parecía una victoria segura de la ultraderecha de Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés).

Por el momento, el NFP no se ha pronunciado tras el anuncio de Barnier sobre posibles mociones de censura, aunque la posición de la coalición de izquierdas era clara ya en los últimos días tras haber manifestado reiteradamente que no darían su respaldo a ningún primer ministro que no fuera la candidata de consenso presentada por ellos, Lucie Castets.

Macron, sin embargo, rechazó esa opción al considerar que no garantizaba la estabilidad porque sería censurada por el resto de bloques de la Asamblea sin que los 193 diputados de la coalición de izquierdas -que quedó como primera fuerza tras las elecciones de julio pasado- pudieran evitarlo.

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