Tokio, 5 sep (EFE).- La compañía operadora de la accidentada central nuclear de Fukushima anunció este jueves que planea llevar a cabo la próxima semana un nuevo intento para retirar combustible altamente radiactivo del interior de uno de los reactores, tras suspender esta iniciativa el mes pasado debido a un fallo.
La retirada del combustible fundido durante el accidente nuclear de Fukushima a raíz del terremoto y el tsunami de marzo de 2011 es una de las operaciones técnicamente más complejas dentro del proceso de desmantelamiento de la planta, debido a los peligrosos niveles de radiactividad dentro de la instalaciones atómicas.
Tokyo Electric Power (TEPCO) había puesto en marcha un procedimiento para extraer una muestra del combustible fundido dentro del reactor número dos a mediados del pasado agosto, pero se vio obligada a suspender esta operación al detectar lo que describió entonces como "un error fundamental".
El fallo consistió en la instalación incorrecta de unas tuberías empleadas como conductos para la introducción de un dispositivo robótico telescópico dentro de la vasija de contención del reactor, un aparato dirigido a extraer una pequeña cantidad del combustible fundido acumulado al fondo de dicho compartimento.
Funcionarios de TEPCO explicaron este jueves en rueda de prensa que el problema se debió a que operarios sin los conocimientos técnicos suficientes y empleados a través de una subcontrata fueron los encargados de instalar dichas conducciones, y sin contar con la supervisión necesaria por parte de la empresa operadora.
El fallo generó una nueva oleada de críticas en la opinión pública nipona y de las autoridades regionales de Fukushima contra TEPCO, y en el contexto de las duraderas consecuencias para la zona que tuvo el desastre nuclear de 2011.
La empresa operadora señaló que le llevará varios días volver a preparar la extracción de combustible gastado del reactor 2, y apuntó a la próxima semana para la reanudación de esta operación.
Se calcula que el proceso de desmantelamiento de la central de Fukushima Daiichi pueda extenderse varias décadas, debido principalmente a las dificultades técnicas que entraña la extracción del combustible fundido, un proceso nunca antes realizado hasta la fecha en unas instalaciones nucleares y para el que se están desarrollando robots específicos, debido a la imposibilidad de que operen humanos en condiciones de radiactividad extrema.
Se estima que unas 880 toneladas de combustible fundido permanecen dentro de los reactores 1, 2 y 3 de Fukushima Daiichi, unidades que sufrieron fusiones parciales de núcleo después de que sus sistemas de refrigeración fallaran por el desastre natural.