Quito, 4 sep (EFE).- La periodista argentina Camila Parodi, quien lleva años ejerciendo un periodismo feminista que pone el foco en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las múltiples formas de violencia machista que enfrentan, aseguró que “toda la agenda feminista está siendo atacada” desde que el actual presidente de Argentina, el ultraliberal Javier Milei, asumiera el poder el pasado diciembre.
“Hay compañeras que han sido censuradas, pero otras también nos hemos autocensurado, hemos cerrado nuestras cuentas, hemos bajado el perfil, ocultado fotos y pertenencias”, explicó Parodi en una entrevista con EFE, en Quito, sobre las dificultades que encaran las comunicadoras para ejercer el periodismo con perspectiva de género.
La argentina, quien visitó la capital ecuatoriana en el marco del Festival de Periodismo Feminista Zarelia, denunció que conoce a compañeras de profesión que “han sido perseguidas por colectivos de ‘trolls’ vinculados al Estado, que no solo violentan a través de las redes sociales, sino que también van a sus casas y colocan pancartas”.
En este sentido, Parodi incidió en que las violencias digitales también saltan a la calle en forma de agresiones físicas. Y apuntó que “en las manifestaciones directamente se reprime a la prensa” y que hay “fotoperiodistas que han sido violentadas”.
La comunicadora expresó que esta estrategia de "silenciamiento" que achaca al Gobierno argentino tiene la intención de meterles miedo y que “las compañeras dejen de ejercer su labor”. “Es un intento aleccionador que tienen estas derechas de no darnos la posibilidad de que nosotras seamos protagonistas, referentes a nivel político, y de desmerecer de alguna manera nuestras prácticas”, agregó.
Parodi matizó que estos ataques no están dirigidos solo contra las periodistas, sino también contra integrantes de organizaciones sociales o funcionarias que abogan por la igualdad real.
De este modo, la argentina señaló que el Gobierno actual busca deslegitimar la “genealogía feminista” y las políticas públicas conquistadas, las cuales “tienen más que ver con la lucha del movimiento feminista que con los gobiernos progresistas”, dijo.
Ante este contexto, Parodi explicó que en el medio digital en el que trabaja han decidido “cubrir las noticias de manera colectiva”, sin firmarlas con nombres y apellidos, y compartió que las periodistas argentinas tienen “una red fortalecida” para cuidarse de las violencias que sufren.
Asimismo, advirtió de que este escenario también se replica en otros países de la región como en El Salvador, donde al igual que en Argentina, añadió Parodi, “se está acentuando la violencia política contra las mujeres”.
“Ellos (los presidentes Javier Milei y Nayib Bukele) vienen con un manual sostenido por empresas y por intereses corporativos que nada tienen que ver con los intereses de las poblaciones, sino con querer legitimar sus privilegios en un contexto en el que la desigualdad está cada vez más acentuada”, apostilló.
Preguntada por la cobertura mediática de la denuncia por presunta violencia de género de la ex primera dama, Fabiola Yáñez, contra el exmandatario Alberto Fernández (2019-2023), la periodista afirmó que “el clima de época” ha permitido que se difundan imágenes de Yáñez sin su consentimiento.
“Desde el periodismo feminista hemos podido construir unas narrativas que no nos revictimicen, que no visibilicen nuestras fotos, que tengan algún mínimo de consentimiento de las protagonistas de las historias”, sentenció Parodi.
“Que en este momento no se haya hecho así tiene que ver con el clima de época y con un Gobierno que busca tapar sus malas políticas a través de esta historia, lo que no quiere decir que esta situación de violencia no merezca atención y cobertura”, agregó.
A este respecto, llamó a que no se deslegitimen los avances logrados en materia de género y diversidad durante la legislatura pasada.
Por último, Parodi concluyó que “es difícil pensar en el futuro” porque jamás se imaginó vivir este contexto sociopolítico, pero sí aseguró que las periodistas y defensoras de derechos humanos seguirán disputando los espacios en unidad.
Ane Amondarain