Túnez, 4 sep (EFE).- Human Rights Watch (HRW) acusó este miércoles a la instancia electoral en Túnez de "interferencia política" a favor del presidente Kais Said- que se atribuyó plenos poderes en julio de 2021- mientras ignora las sentencias judiciales para reintegrar a otros tres opositores en la carrera presidencial del 6 de octubre y un candidato oficial se encuentra en prisión provisional.
"Los tunecinos están a punto de votar por el presidente en un contexto de creciente represión de la disidencia, amordazamiento de los medios de comunicación y continuos ataques a la independencia judicial. Desde el inicio del período electoral el 14 de julio, las autoridades han procesado, condenado o detenido al menos a nueve candidatos potenciales", denunció la organización.
La Comisión Electoral Independiente para las Elecciones (ISIE), cuya directiva fue nombrada unilateralmente por el mandatario en 2022, aprobó tan solo tres de las 17 candidaturas, incluida la de Said: el exdiputado Ayachi Zammel, en detención provisional desde el lunes y a la espera de un juicio por un supuesto delito de falsificación de patrocinios; y el secretario del partido nacionalista árabe Movimiento del Pueblo, Zouhaier Maghzaoui.
Pese a que el Tribunal Administrativo falló a favor de tres candidatos para permitirles concurrir en los comicios, la ISIE ignoró las decisiones "recibidas fuera del plazo de 48 horas" y aseguró que su lista "es definitiva y no está sujeta a apelación".
Los afectados son el exdiputado conservador y presidente de una asociación contra la corrupción, Imed Daimi; el varias veces ministro durante el antiguo régimen Mondher Zenaidi y el exvicepresidente del partido islamista Abdellatif Mekki.
"Las decisiones del Tribunal Administrativo, que tiene jurisdicción exclusiva sobre las disputas de candidaturas electorales, son jurídicamente vinculantes", defendió HRW, que reprochó al organismo "intervenir para sesgar la votación a favor de Said en lugar de garantizar la integridad de los comicios".
En este sentido aseguró que "celebrar elecciones en medio de tanta represión es una burla al derecho de los tunecinos a participar en elecciones libres y justas. La comisión electoral debería revocar inmediatamente su decisión, hacer cumplir el fallo del tribunal administrativo y poner fin a su interferencia política en estas elecciones".
Said asegura que la ciudadanía "no aceptará entregar el país a personas con poco patriotismo" y a tres semanas de los comicios remodeló casi al completo el Ejecutivo para poner fin a los "centros de poder dentro del aparato estatal que se encuentran al servicio de lobbies extranjeros".EFE
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