Londres, 3 sep (EFE).- El número de colonos ilegales en Cisjordania ha aumentado en los últimos años, hasta llegar actualmente a unos 196, según la BBC, que revela el caso de una abuela palestina que fue obligada por un hombre a abandonar su residencia a punta de pistola.
El año pasado se establecieron 29 colonos, más que en cualquier año anterior, de acuerdo con el análisis de la emisora.
La abuela palestina Ayesha Shtayyeh relató que en octubre pasado un hombre armado la forzó a dejar el lugar donde había vivido en los últimos 50 años y que hay una campaña violenta de acoso e intimidación que empezó en 2021, indica la cadena.
Estos puestos de avanzada pueden ser granjas o grupos de casas, que a menudo carecen de límites definidos y son ilegales tanto en virtud del derecho israelí como el internacional.
El Servicio Mundial de la BBC afirma haber visto documentos que muestran que organizaciones con estrechos vínculos con el Gobierno israelí han proporcionado dinero para establecer nuevos puestos de avanzada ilegales.
Los expertos dicen que estos puestos pueden apoderarse de grandes extensiones de tierra más rápidamente que los asentamientos y están cada vez más vinculados a la violencia y el acoso hacia las comunidades palestinas.
Aunque no hay cifras oficiales sobre el número de puestos de avanzada, la BBC revisó las listas y sus lugares reunidos por la Autoridad Palestina y por grupo israelíes contrarios a los asentamientos, como Peace Now.
El análisis de la BBC, que también analizó imágenes de satélites y publicaciones de redes sociales, sugiere que casi la mitad de los 196 puestos de avanzada se han construido desde 2019.
Algunos de estos colonos están vinculados a la creciente violencia contra las comunidades palestinas en Cisjordania.
A principios de este año, el Gobierno británico sancionó a ocho colonos extremistas por incitar o perpetrar actos de violencia contra los palestinos.
Avi Mizrahi, excomandante del ejército israelí en Cisjordania, afirma que la mayoría de los colonos son ciudadanos israelíes respetuosos de la ley, pero admite que la existencia de asentamientos hace que la violencia sea más probable.
"Siempre que se instalan asentamientos ilegales, se generan tensiones con los palestinos que viven en la misma zona", afirma.
Uno de los colonos extremistas sancionados por el Reino Unido fue Moshe Sharvit, el hombre que, según Ayesha, la amenazó a punta de pistola.
"Ha convertido nuestra vida en un infierno", dice Ayesha, que ahora debe vivir con su hijo en un pueblo cercano a Nablus.