Quito, 2 sep (EFE).- Ecuador presenta condiciones para constituirse como un posible centro espacial para la región gracias a su ubicación geográfica, según la opinión de expertos, que valoran la posición del país en la línea ecuatorial como una ventaja para el lanzamiento de cohetes y para la captura de cápsulas que regresan del espacio, lo que también podría incentivar la manufactura de los productos espaciales.
Esta posibilidad se analizó este lunes en el conversatorio ‘El papel de Ecuador en la economía espacial’, en el que la Universidad Hemisferios y el Instituto de Ciencias Espaciales Milo reunieron a expertos en este tema para valorar las posibilidades del país como plataforma de lanzamiento de misiones espaciales.
Robert Aillon, presidente de la Fundación Espacial de Guayaquil, explicó que la posición del país, al ser el punto más alejado de la Tierra y, por tanto, más cercano al espacio exterior, facilita las comunicaciones con la luna.
“Con la riqueza y el talento humano que tiene Ecuador, no existe una razón por la cual nosotros no podamos ser parte de ese proceso” espacial, expresó Aillon.
Por su parte, Mauricio Robalino, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Hemisferios, relató como ya en el siglo XVIII se enviaron dos misiones especiales para determinar la forma de la tierra: una de ellas a Laponia y la otra a Ecuador.
Entre las razones que favorecen que se convierta en un centro espacial se encuentra la línea ecuatorial, que da nombre al país, y de la cual Robalino explicó que es el punto en el que la Tierra gira a mayor velocidad, lo cual da a Ecuador una “ventaja gigantesca” a la hora de alcanzar la rapidez necesaria para que los cohetes abandonen la atmósfera.
También mencionó la recuperación de cohetes, actividad para la cual se minimizan los riesgos al realizarla en una zona lo más cercana posible al océano, o el hecho de ser un país con baja densidad de tráfico aéreo.
Robalino aseguró que “la economía espacial y la ciencia del espacio ya están aquí, nos rodean todos los días”.
Si en vez de alzar los ojos al cielo, se mira desde una perspectiva del espacio a la Tierra, ya existe información útil como la que ofrecen las imágenes satelitales que se pueden usar para “proteger nuestro planeta, comunicarnos mejor y controlar todos los problemas que vivimos”, dijo Robalino.
Así, el uso de estas imágenes "puede convertirse en sabiduría", por ejemplo, en un planteamiento realizado por el biólogo Gonzalo Sotomayor, que utilizó esta ciencia espacial para controlar la deforestación de una reserva biológica.
Los expertos también indicaron que esta misma inteligencia se puede utilizar para maximizar la productividad, eficiencia y gestión ambiental en áreas como la agrícola, la minera, la pesquera o la petrolera.
“La información satelital que recibimos desde las constelaciones está disponible para todos, lo que nos falta es el entrenamiento entre las personas que puedan interpretar esos datos y tomar decisiones”, recalcó David Thomas, director general del Instituto Milo.
La Space Foundation señaló que en 2024 la economía espacial ya representaba unos 550.000 millones de dólares a nivel mundial, sobre lo que, el banco de inversión Morgan Stanley proyectó que para 2040 alcanzaría un valor de un billón de dólares.
Hace cuatro años, este área suponía 382.000 millones de dólares, lo que refleja, según explicó Aillon, que es una economía de un crecimiento muy rápido.
Ecuador tiene la oportunidad de tener un rol importante en este sector, para lo cual Javier Aguilar, teniente coronel de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), declaró que se deben aprovechar las oportunidades que presenta esta tecnología, no solo enfocadas en un desarrollo tecnológico, sino también en apoyo al desarrollo nacional.
Entre las áreas sustanciales que deben alcanzar este progreso que se determinaron en la quinta Conferencia Espacial de las Américas, que tuvo lugar en Quito en 2006, se encontraban la educación, la necesidad de crear tecnología para aprovechar los recursos espaciales y una política y normativa jurídica que permita este desarrollo.