Quito, 1 sep (EFE).- Cerca de un centenar de organizaciones y personas naturales han expresado su preocupación por los impactos socioambientales que, aseveran, está sufriendo el Sistema de Humedales ecuatoriano Las Garzas desde hace más de 30 meses a causa -según señalan- del drenaje de sus aguas para implementar una plantación de banano, por lo que piden frenar esa acción.
Ducha actividad -indican- vulnera los derechos de la naturaleza del humedal y el derecho a la alimentación de las comunidades que viven en torno a ese ecosistema.
El Sistema de Humedales Las Garzas está ubicado en la provincia tropical de Los Ríos, al noreste del municipio de Palenque, donde el principal problema es la falta de agua para riego y el alto nivel de pobreza, apuntan en una carta que harán pública el próximo miércoles y a la que EFE tuvo acceso este domingo.
En el escrito, los firmantes señalan que Las Garzas es un complejo interconectado de ecosistemas acuáticos que se sostiene por dos cuerpos principales de humedales: Aguacatal y Garzas Grande, a los que se suman pequeños espejos de agua y riachuelos, conectados a través de fuentes superficiales y aguas subterráneas.
Su gran biodiversidad lo convierte en lugar de alimentación de varias especies animales y vegetales, a los que se juntan varias comunidades campesinas, las cuales aprendieron a subsistir a través del cuidado del ecosistema.
Aseveran que, en diciembre de 2021, una empresa trasnacional, aparentemente sin contar con los permisos ambientales respectivos, inició el drenado del cuerpo de agua conocido como El Aguacatal para disponer de tierra no inundada y utilizarla en la implementación de una plantación bananera.
No obstante, Las Garzas es un ecosistema cuya principal identidad es el agua, por tanto, no se lo puede fraccionar de ninguna manera, apuntan.
Tanto el Humedal El Aguacatal como el de Las Garzas Grande, que conforman el Sistema de Humedales Las Garzas, han sido históricamente la base fundamental de la reproducción de la vida para los territorios campesinos de la zona.
Por ello alertan que persistir en el drenaje contribuirá a la profundización de impactos negativos sobre la biodiversidad y otras de sus funciones ambientales, incluso hasta llegar a su desaparición.
Las Garzas es hogar de animales como canclón, arrao, tigrillo, dos especies de ardillas, monos aulladores y perezosos de garganta marrón, entre otros.
Entre los principales impactos destacan: migración de especies animales, erosión del suelo, falta de agua para la reproducción de la vida y la producción de alimentos, además de alteraciones en el clima y pérdida de las funciones ecológicas del humedal.
El centenar de organizaciones y personas naturales que suscriben la carta piden que se detenga definitivamente el drenado del humedal y que se garantice la reparación integral del cuerpo de agua para que recupere sus funciones ecológicas en el mediano plazo.
Además, que se declare al Sistema de Humedales Las Garzas como una reserva campesina alimentaria de la provincia de Los Ríos.
De igual manera, que inicien los trámites necesarios para que el Sistema de Humedales las Garzas sea declarado como sitio RAMSAR, convenio que evalúa positivamente la interdependencia de las personas con los humedales por los importantes valores económicos, culturales, científicos y recreativos.
Entre los firmantes de la carta figuran la coordinadora en Defensa del Agua para la Vida Humedal Las Garzas, Acción Ecológica, Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, Yasunidos y la Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente.