Moscú, 31 ago (EFE).- El atentado islamista perpetrado en marzo contra la sala de conciertos de Crocus City Hall es una continuación de la matanza ocurrida en la escuela de Beslán, que cumple ahora 20 años, aseguró a EFE Susana Dudíeva, presidenta de la organización Madres de Beslán.
"Lo ocurrido en el Crocus City Hall es una continuación de Beslán. Las autoridades no extrajeron las lecciones necesarias", aseguró en conversación telefónica desde la república norcaucásica de Osetia del Norte.
Beslán, la pequeña localidad donde entre el 1 y el 3 de septiembre de 2004 un comando terrorista checheno tomó más de un millar de rehenes en la escuela Número 1, recuerda estos días a las 334 víctimas del atentado, más de la mitad de ellos niños.
Dudíeva, cuya organización incluye a más de una veintena de madres de víctimas, no esconde su indignación por la falta de una investigación oficial definitiva sobre lo ocurrido, y se muerde la lengua.
"Por lo visto es porque en ese caso habría que castigar a los generales y a otros altos cargos", comenta, en alusión a los que ordenaron el precipitado asalto a la escuela, que, según las madres y organizaciones de derechos humanos, provocó un mayor número de muertos debido a el empleo de armamento de pesado.
También recuerda que el único condenado fue el único terrorista que fue apresado con vida, Nurpash Kuláyev.
Las madres, algunas de las cuales en su momento llegaron a acusar al Kremlin de crimen de Estado, consideran que en el marco de la investigación "no se hizo un análisis serio del trabajo de los cuerpos de seguridad del Estado que deben proteger a la gente".
"Sé que dichos órganos abortan muchos atentados, pero si hubiera aprendido las lecciones de Beslán, los éxitos serían mayores", señala.
Defiende la autoridad moral de la organización que ella dirige y fue fundada en 2005, que -insiste- "no exige nada imposible, sólo que se cumpla la ley".
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó en 2017 a Rusia por no proteger el derecho a la vida de los rehenes al no minimizar los riesgos en la operación de salvamento y, posteriormente, cometer graves deficiencias a la investigación.
Dudíeva, que perdió a un hijo en la matanza, se reunió la pasada semana con el presidente ruso, Vladímir Putin, quien hizo una visita sorpresa a Beslán.
"Nos dijo que la investigación estaba cerrada y que ésta había respondido a todas las preguntas. Nosotros replicamos que no es así. Le dijimos que no nos satisface la investigación", señaló.
Dudíeva espetó al presidente que el atentado en Crocus City Hall, donde murieron 144 personas, demostró que después de Beslán "no hubo una investigación objetiva".
"La gente que garantiza la seguridad debe estar preparada y debe someterse a requisitos concretos. Si no pueden cumplir con su función, deben ser castigados", explicó.
Putin, quien durante la reunión pareció tenso y apenas miraba a los ojos a las madres, les pidió que reenviaran los documentos con sus demandas al Comité de Instrucción, algo que hicieron este miércoles.
"No hay nuevos materiales. Son los documentos de siempre", admitió frustrada.
El presidente ruso, quien se negó a negociar con los terroristas, nunca ha visitado Beslán con ocasión de un aniversario de la matanza, el más grave acto terrorista ocurrido en la historia de Rusia.
"Nada me sorprende. Sigue habiendo muchas insuficiencias en materia de seguridad. Estoy seguro que nos escuchó y entendió que no estamos contentas", señaló.
Durante la reunión, Putin se equivocó de la cifra de niños muertos -dijo 136, en vez de 186-, pero las madres no se lo echaron en cara, algo que sí hizo la prensa independiente.
"¿Quién no se equivoca? Después reconoció (fuera de cámara) que había cometido un error", señaló.
Los cientos de rehenes que salieron con vida del infierno acudirán el domingo a la escuela, convertida ahora en un memorial, con camisetas blancas con el dibujo de un ángel.
"Beslán, ciudad de los ángeles", es el nombre del cementerio que acoge a las víctimas del atentado.
"Yo perdí a un hijo en la escuela. Mi hija -que resultó herida en el secuestro- está recuperada y tiene cuatro hijos. Los nietos me ayudan mucho", dijo.
Dudíeva cree que la mejor forma de rendir memoria a los fallecidos es "viviendo de manera correcta, siendo buenas madres y amando al prójimo".
"Debemos dar ejemplo, buscar la verdad y no tener miedo a nada. Veinte años en la historia no es nada, esperaremos", apunta.