Redacción deportes, 31 ago (EFE).- La expulsión por doble amarilla de Declan Rice al inicio de la segunda parte, que dejó con diez al Arsenal, lo cambió todo: espoleó al Brighton, que compensó la desventaja de un gol con la que convivía hasta ese momento, y frustró al cuadro de Mikel Arteta que, igual que su rival, cedieron los primeros puntos de la temporada.
El Emirates de Londres acogió el duelo entre dos de los cuatro equipos que transitaban con pleno de victorias antes del inicio de la tercera jornada de la Premier junto al Manchester City y el Liverpool. El Arsenal había ganado previamente al Wolverhampton y al Aston Villa. El Brighton, al Everton y al Manchester United. El cuarteto dominaba la clasificación.
El cara a cara entre gunners y seagulls quedó sin vencedor porque una acción, decisiva, dio un volantazo a un partido claramente dominado, en el juego y en el marcador, por los londinenses.
Y fue en el arranque de la segunda parte, con el resultado de cara para el Arsenal por el tanto de Kai Havertz. Declan Rice, que ya tenía una amonestación por una dura entrada a Joel Veltman vio otra tarjeta en una acción absurda, en el 49. Por desplazar el balón antes de que su rival sacara una falta. Una roja tan absurda e innecesaria como justa con el reglamento en la mano.
El guion dio un giro y todo cambió. Atrás quedó la ocasión de Saka a los ocho minutos que desbarató el meta Bart Verbruggen que al final se convirtió en el sostén del cuadro del alemán Fabian Hürzeler. Y es que el Arsenal arrinconó a su visitante desde el arranque. Encontró el premio a su insistencia en el tramo final de la primera mitad, en el minuto 38, cuando Havertz recibió un pase de Bukayo Saka que ganó un balón aéreo a Lewis Dunk y se lo centró al germano. Havertz definió a la perfección. Elevó la pelota ante la salida del meta.
Antes del intermedio Leandro Trossard pudo ampliar la ventaja londinense pero apareció otra vez Verbruggen para frustrar al Arsenal.
Y entonces llegó la jugada que cambió todo. La roja innecesaria que amargó la tarde a Arteta. Porque de manera indirecta, además, estimuló al Brighton que se encaminó firme a por el empate que llegó poco antes de la hora de juego. Un gran pase, medido, espectacular, desde su campo de Lewis Dunk dejó solo a Yankube Minteh que entre centrales enfiló la meta de David Raya. Lanzó pero salvó el portero español que nada pudo hacer en el rechace que recogió Joao Pedro para llevar el balón a la red.
Fue el Brighton a por la victoria. Tenía una ocasión única el cuadro de Hurtzeler. Salió al paso Raya, erigido en salvador del cuadro de Londres igual que Verbruggen que desbarató la oportunidad más clara del encuentro, en las botas de los gunners, en las botas de Havertz.
El delantero alemán recibió un pase largo y encaró al meta visitante que sacó el pie cuando el balón entraba y evitó el gol. Después apareció Raya, con el partido abierto, el que evitó el gol del Brighton a un tiro de Yasin Ayari.
Ninguno ganó y ninguno perdió. Pero ambos se quedaron a medias. Un paso atrás para el ambicioso Arsenal que igual que el Brighton se puede descolgar del City o el Liverpool si ganan sus respectivos partidos de la tercera jornada.
-- Ficha técnica:
1 - Arsenal: David Raya; Ben White, William Saliba, Gabriel Magalhaes, Jurrien Timber (Oleksandr Zinchenko, m.80); Martin Odegaard (Gabriel Martinelli, m.73), Thomas Partey, Declan Rice; Bukayo Saka, Leandro Trossard (Ricardo Calafiori, m.59) y Kai Havertz.
1 - Brighton: Bart Verbruggen; Joel Veltman (Pervis Estupiñán, m.72), Jan Paul Van Hecke, Lewis Dunk, Jack Hinshelwood; James Milner (Yasin Ayari, m.17), Carlos Baleba; Yankube Minteh (Georginio Rutter, m.72), Joao Pedro, Kaoru Mitoma (Simon Adringra, m.85); y Danny Welbeck (Julio Enciso, m.85).
Goles: 1-0, m.38: Kai Havertz. 1-1, m.58: Joao Pedro.
Árbitro: Chris Kavanagh. Expulsó por doble amarilla a Declan Rice, del Arsenal (m.49) y mostró tarjeta amarilla a sus compañero Thomas Partey, Jurrien Timber y David Raya y a Yankube Minteh y Joao Pedro, del Brighton.
Incidencias: encuentro de la tercera jornada de la Premier disputado en el Emirates Stadium de Londres ante unos 60.000 espectadores.