Jerusalén, 30 ago (EFE).- El Ejército israelí continúa por tercer día consecutivo desplegado en la gobernación de Yenín, donde este viernes mató a un líder de Hamás y, como en otros puntos del norte de Cisjordania ocupada -donde desde el 7 de octubre ha matado a más de 650 palestinos-, ha causado una estela de destrucción que a muchos palestinos recuerda a la Franja de Gaza.
"Mientras hablo con vosotros puedo oír disparos, explosiones y el movimiento de excavadoras en toda la ciudad", dijo hoy desde Yenín en una videoconferencia con medios el periodista Tareq M., también investigador de la ONG palestina Al-Haq.
"No sabemos qué viene después, hay muchas excavadoras y la destrucción es total", añadió el periodista, quien dijo que incluso las calles son inservibles para los coches y los hospitales están cercados.
Por su parte, un médico voluntario de la Media Luna Roja Palestina recibió un disparo en la mano y otros dos técnicos de emergencias fueron heridos de metralla en Yenín, denunció esta organización, después de que Israel atacase una de sus ambulancias.
Desde el miércoles, Israel ha matado aquí a 11 personas. Esta mañana, el Ejército anunció la muerte del jefe de operaciones de Hamás en Yenín, Wasem Hazem, tras atacar con un dron el vehículo en el que se encontraba.
Hazem murió junto a otros dos milicianos, quienes intentaron huir a pie del vehículo, según un explícito vídeo difundido por el Ejército, antes de ser abatidos desde el aire.
Los otros dos fallecidos son Maysara Suleiman Masharqa y Arafat Muhamad Amer, reivindicados por el brazo armado de Fatah en Yenín y el de la Yihad Islámica, respectivamente.
Solo en lo que va de año Israel ha matado a 91 palestinos en esta gobernación cisjordana, según un análisis de EFE basado en datos de Sanidad y comunicados castrenses; la de Yenín es la zona más letal, seguida de Tulkarem, con 85 palestinos muertos en 2024.
Con estas tres muertes ya son 20 los palestinos muertos, la mayoría jóvenes milicianos, desde la madrugada del miércoles, cuando Israel inició una "operación antiterrorista" a gran escala en el norte de Cisjordania, bastión de la resistencia armada palestina.
"Hasta el momento, las fuerzas han eliminado a 20 terroristas en intercambios de disparos y ataques aéreos y han detenido a 17 sospechosos vinculados a actividades terroristas. Además, han destruido decenas de artefactos explosivos y confiscado numerosas armas", dijo el Ejército en un comunicado.
La incursión en la urbe de Tulkarem, así como en su campamento de refugiados de Nur Shams, concluyó esta madrugada después de que Israel matase a tiros el jueves al líder de la brigada local de la Yihad Islámica, Mohamed Jaber 'Abu Shujaa', además de a otros tres milicianos reivindicados como mártires por Hamás.
Además, un anciano con discapacidad intelectual de 62 años, Ayed Abu al Haija, fue asesinado en su casa por un francotirador israelí que le alcanzó en la cabeza, confirmaron fuentes palestinas. Al Haija era refugiado de la urbe de Haifa.
"La destrucción en el campamento de Nur Shams es (como en) Gaza", dijo hoy a EFE vía mensajería un vecino del campamento de Nur Shams, que pidió anonimato por su seguridad.
"Todo está destruido y no hay infraestructura, electricidad, cañerías de agua, redes de alcantarillado. Hay casas en llamas, viviendas y carreteras demolidas y arrasadas por las excavadoras", añadió.
En la gobernación de Tubas, concretamente en el campamento de refugiados palestinos de Faraa, murieron también el miércoles otras cuatro personas en un ataque israelí de dron, antes de que ayer el Ejército se replegase de la zona.
Las letales incursiones israelíes han causado preocupación tanto en la ONU, como entre las autoridades de países como Turquía, España, Venezuela o Reino Unido, que han criticado los métodos empleados y la destrucción causada a la población civil.
"Este uso innecesario y desproporcionado de la fuerza y el aumento de las ejecuciones sumarias y dirigidas a determinados objetivos es alarmante", denunció desde Ginebra la portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, al comienzo de la operación militar israelí.
Tras las incursiones en Yenín, Tubas y Tulkarem, el número de palestinos fallecidos por fuego israelí en Cisjordania desde el 7 de octubre, cuando comenzó la guerra en Gaza, supera los 650, según datos de Sanidad Palestina.