Luis Enrique, Xabi Alonso y el Leipzig, en la desafiante ruta del Atlético

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Madrid, 29 ago (EFE).- La Liga de Campeones es aún un título imposible para el Atlético de Madrid, que reinicia su ambición bajo el nuevo formato, expuesto en una ruta desafiante contra el París Saint Germain de Luis Enrique Martínez en el Parque de los Príncipes y el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso en el Cívitas Metropolitano; los dos rivales de más dimensión, por encima del Leipzig, con el reencuentro con Arthur Vermeeren, o el Benfica, al que visitará en La Luz.

Al conjunto de Red Bull, al que ha cedido al centrocampista internacional belga, sin sitio y prescindible en el decimotercer proyecto de Diego Simeone, lo recibirá en su territorio; al bloque portugués, con Ángel Di María y Nicolás Otamendia aún en el equipo, lo visitará en el estadio La Luz de Lisboa, donde perdió la final del máximo torneo europeo en 2014, con aquel cruel desenlace con el gol de Sergio Ramos en el minuto 93 y el 4-1 en la prórroga.

Su recorrido hacia octavos, si finaliza entre los ocho mejores de los 36 participantes, o la eliminatoria intermedia, si termina del noveno al vigésimo cuarto, se completa con oponentes a los que supera desde cualquier punto de vista posible, siempre pendiente de la única realidad de todas: el terreno de juego. Al Lille y al Slovan de Bratislava los aguarda en el estadio Cívitas Metropolitano; al Slazburgo y al Sparta Praga deberá visitarlos.

A la espera del orden, que quedará configurado el sábado, es el camino del Atlético por la nueva fase de grupos de la Liga de Campeones, la pasión inalcanzable a la que mira con el despecho que supuso las tres finales perdidas. La primera, en 1974, en la única vez que se jugó el partido de desempate. Ganaba 1-0 en la prórroga del primer duelo hasta el último instante ante el Bayern Múnich. La segunda, en 2014, en el tiempo extra tras encajar el 1-1 en el minuto 93. La tercera y última, en 2016, en los penaltis. Las dos últimas fueron contra el Real Madrid-

A ningún finalista le ha costado tanto aún ganar la Liga de Campeones, cuya competición despierta todos los anhelos, pero también los desvelos del Atlético. Es el único título que no ha ganado en su historia. También es el único que no ha logrado Simeone en su era al frente del conjunto rojiblanco, ya por los 14 años. No alcanza las semifinales desde 2017. La última campaña lo eliminó el Borussia Dortmund, entre la decepción del 4-2 encajado en Alemania.

En ninguno de sus 388 partidos de torneos europeos, el Atlético de Madrid jamás se ha cruzado en un encuentro de competición oficial con el París Saint Germain. Sí en dos amistosos, uno de ellos con Diego Simeone ya al frente del Atlético, el 30 de julio de 2018, con derrota del conjunto madrileño por 3-2, y otro antes, el 2 de agosto de 2009, con un 1-1. Sergio 'Kun' Agüero adelantó al Atlético, pero Ludovic Giuly niveló el choque.

No hay ninguna comparación ni referencia posible con el choque de ahora contra el conjunto francés, que crece bajo el libreto de la presión alta, la intensidad, la recuperación en campo contrario y el ataque total de Luis Enrique. Ya sin Kylian Mbappé, sus primeros pasos por el nuevo curso lo elevan como colectivo, por más que su individualidad más influyente en los últimos tiempos sea ya historia, al servicio del Real Madrid.

El campeón francés, también el líder actual de la 'Ligue 1', tan obsesionado o más que el Atlético por alcanzar la gloria de la Copa de Europa, va más allá de la pérdida de Mbappé, porque sostiene futbolistas de una talla indiscutible, que van desde Gianluigi Donnarumma en la portería hasta Bradley Barcola -brillante en este inicio de curso, por la izquierda que ha dejado vacía Mbappé-, Marco Asensio o Ousmane Dembele en el ataque.

Indisponible Gonçalo Ramos hasta el próximo noviembre por lesión, ese fue su tridente ofensivo en el 6-0 al Montpellier de la última jornada. Su medio campo es más deslumbrante incluso. Joao Neves, el medio centro de 19 años por el que ha pagado 60 millones de euros este verano al Benfica, ya luce en el esquema de Luis Enrique, al lado de su compatriota Vitinha, un jugador formidable, Fabián Ruiz o el joven Warren Zaire Emery. Hay más, como Kang in Lee.

En la defensa está lesionado Lucas Hernández. Pero tiene a Achraf Hakimi, Nuno Mendes, Marquinhos, Lucas Beraldo o el refuerzo de William Pacho.

La visita al Parque de los Príncipes añade complejidad al evento, en el que Simeone se enfrentará a Luis Enrique, como han hecho en 14 ocasiones ya con anterioridad, con tres victorias del técnico argentino, nueve del entrenador español y dos empates.

De sus 12 duelos más recientes, el último un 1-2 entre el Atlético y el Barcelona el 26 de febrero de 2017, Luis Enrique se impuso en nueve, todos ellos cuando dirigía al conjunto azulgrana, y sólo cayó en uno, aunque aquella derrota fue decisiva para la eliminación de su equipo en los cuartos de final de la Liga de Campeones 2015-16, al caer por 2-0 en Madrid.

Las otras dos victorias de Simeone contra él corresponden a su etapa en el Celta de Vigo, en 2013-14, por 2-1 y 0-2.

Un desafío en París como lo será el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, el campeón de la Bundesliga, la Copa y la Supercopa de Alemania, en el Metropolitano.

El Atlético ya sufrió los primeros pasos del técnico al frente del hoy incontestable conjunto germano. Con la clasificación del conjunto rojiblanco para los octavos de final de la Champions en juego, en 2022-23, un empate, con aquel penalti fallado por Yannick Carrasco ya concluido el duelo, lo eliminó. Un fiasco.

El nivel del Leverkusen es infinitamente mayor en la actualidad. Desde aquel momento, el quinto partido tan solo del técnico vasco al frente del equipo, lo ha dirigido en 88 encuentros más: 61 victorias, 19 empates y 9 derrotas, pero sólo una de ellas en sus últimos 56 choques, en la final de la Liga Europa del pasado curso con el Atalanta (3-0). Nada más.

Jeremie Frimpong, al que padeció en 2022 en Alemania (perdió por 2-0 entonces); Alejandro Grimaldo, Jonathan Tah, la jerarquía de Granit Xhaka, el recientemente fichado Aleix García desde el Girona, Robert Andrich, el brillante Florian Wirtz, los goleadores Victor Boniface y Patrik Schick... Un rival muy potente, con la ventaja rojiblanca del Metropolitano.

De acuerdo hace unos días con el Leipzig para la cesión con pinta de traspaso futuro (hay compra obligatoria en el caso de que juegue un determinado número de partidos) de Arthur Vermeeren, por el que el Atlético pagó 25 millones de euros hace tan solo seis meses, pero sin sitio para esta campaña en el esquema de Diego Simeone, ahora serán rivales, con el Cívitas Metropolitano como escenario y con el recuerdo de la derrota de 2020 en Lisboa.

Entonces, con Julian Nagelsmann en el banquillo (ahora dirige la selección alemana), el equipo germano eliminó al Atlético en la final a ocho de Lisboa, por la pandemia de la Covid-19, pero también, como ahora, la condición de favorito parecía más del conjunto madrileño que de su oponente, por mucho que haya crecido desde entonces a ahora.

Es un buen equipo, exigente, con Lois Openda y Benjamin Sesko en el ataque, ya sin Dani Olmo, pero con la demostración de potencial que hizo en 2024 en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid como aviso para el grupo dirigido por Simeone, que necesita terminar entre los ocho primeros de la clasificación para ir a octavos de forma directa.

También lo advierte el Benfica, que aún mantiene a Ángel Di María y Nicolás Otamendi en su equipo, pero que ha perdido a Joao Neves, ahora en el París Saint Germain,. El curso pasado perdió cuatro de sus seis encuentros en la máxima competición continental y ahora ha ganado dos de los tres duelos en este inicio de la liga portuguesa. Lo dirige Roger Schmidt, que lo llevó hace dos años, en cambio, a ser una revelación en la Champions.

Son los cuatro rivales de más altura para el Atlético. Los otros cuatro son más accesibles sobre el papel: el Lille, ganador de todo en las dos primeras jornadas de la Ligue 1, segundo por detrás del París Saint Germain; el Salzburgo, al que ya se enfrentó y ganó el Atlético en 2020 en la fase de grupos de la Champions; y el Slovan Bratislava y el Sparta Praga, que retornan a la Copa de Europa 49 y 19 años después, respectivamente. Son los líderes de las ligas eslovaca, el primero, y checa, el segundo. Nunca se ha enfrentado a ambos.

Iñaki Dufour

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