Río de Janeiro, 29 ago (EFE).- La organización de defensa de los derechos humanos Survival International denunció este jueves que un grupo de indígenas aislados en la Amazonía brasileña continúa desprotegido después de tres años de haberse confirmado la existencia de esa comunidad.
El grupo fue encontrado en agosto de 2021 en la región de Mamoriá Grande, en el suroeste de la Amazonía brasileña, durante una expedición liderada por la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai).
Según la ONG, durante el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro los esfuerzos por lograr la protección del grupo fueron "ignorados" y continúan desatendidos bajo el actual mandato.
"Con el inicio del nuevo Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, se esperaba que la urgente situación recibiera la debida atención por parte de los órganos responsables. El territorio, sin embargo, sigue sin una orden de restricción de uso: una medida de emergencia que prohíbe la entrada de invasores y protege las tierras indígenas hasta que su demarcación sea finalizada", señaló la ONG en un comunicado.
La presencia continua de un equipo que recolecte información para profundizar en el conocimiento de ese tipo de pueblos indígenas y sus tierras y la imposición de barreras sanitarias para prevenir la propagación de enfermedades, son otras de las medidas solicitadas por la ONG desde entonces.
La directora de investigación y campañas de Survival, Fiona Watson, se dijo "preocupada" por la "inercia" del Gobierno, pues ese grupo está en una situación de alta vulnerabilidad".
La ONG señala que el único avance que se ha visto hasta el momento es la creación de un grupo para hacer estudios antropológicos en la región, con el objetivo de regularizar el territorio.
No obstante, apunta que pese a ser una noticia positiva, los procesos de demarcación de tierras indígenas en Brasil pueden tardar años y más aún con la coyuntura que vive actualmente.
La demarcación de tierras indígenas, una obligación del Estado según la Constitución, estuvo suspendida entre 2019 y 2022, durante la gestión de Bolsonaro, y se retomó el año pasado por el Gobierno de Lula.
Sin embargo, de los catorce territorios listos para demarcación, el Gobierno hasta ahora ha regularizado diez y los otros cuatro están pendientes de una negociación.
A eso se suma el problema jurídico surgido por el denominado Marco Temporal, una tesis que limita los derechos de los indígenas a las tierras que ocupaban el 5 de octubre de 1988, cuando se promulgó la actual Constitución brasileña.
El Congreso aprobó el año pasado una ley que establece el marco temporal, pero esa tesis había sido declarada inconstitucional previamente por la Corte Suprema, que ahora ha instaurado una mesa de conciliación para resolver el problema.
"En el contexto actual, en el que la indecisión sobre los plazos ha provocado un retraso aún mayor en la demarcación de las tierras indígenas y la violencia contra los pueblos indígenas y sus territorios no han dado tregua, es vital utilizar la restricción de uso para proteger y garantizar la supervivencia del pueblo aislado de Mamoriá Grande hasta que se complete la demarcación del territorio", insiste Watson.