París, 29 ago (EFE).- El primer secretario del Partido Socialista (PS) francés, Olivier Faure, ha descartado de forma tajante la posibilidad de negociar individualmente con el presidente, Emmanuel Macron, para buscar un primer ministro, una opción que alimentaba especulaciones de ruptura de la izquierda.
"Nos negamos a participar en consultas cuyo único objetivo es fracturar el NFP (Nuevo Frente Popular). El presidente pretende construir una mayoría a partir de los grupos derrotados en las elecciones legislativas", recalcó en una entrevista publicada este jueves por el diario Libération.
"Los socialistas no serán los auxiliares del macronismo", insistió.
Faure buscó zanjar así el debate avivado desde el martes sobre la posibilidad de que el PS acuda de nuevo al Elíseo a reunirse con Macron, al margen de los otros tres grupos que conforman la coalición de izquierdas del NFP: los ecologistas, los comunistas y La Francia Insumisa (LFI).
Es una opción que han alimentado públicamente voces disidentes dentro del propio PS, como Hélène Geoffroy, alcaldesa de Vaulx-en-Velin.
Otro factor que ha calentado ese debate es la presencia constante del socialista Bernard Cazeneuve (primer ministro entre 2016 y 2017 con el presidente François Hollande) en las quinielas de nombres que podría utilizar Macron para tratar de lograr una coalición amplia entre la izquierda moderada, el centro y la derecha, lo que pasaría por una ruptura del NFP.
"No se trata de la persona. Se puede tener respeto por un antiguo primer ministro y antiguo compañero de viaje, pero esa no es la cuestión. La cuestión es ¿con qué apoyo y para qué?", reflexionó Faure.
"Hoy está claro que cualquier primer ministro, sean cuales sean sus antecedentes o convicciones, será rehén tanto del jefe del Estado como de los grupos de derechas que le apoyan. No tendrá autonomía", concluyó, tras resaltar que es necesario desmontar buena parte de las políticas macronistas de los últimos años, como la polémica reforma de las pensiones de 2023.
También restó importancia a las diferencias evidenciadas con el resto de sus socios, como el hecho de que el PS no se haya sumado a las llamadas a manifestarse en las calles el 7 de septiembre para reclamar que Macron nombre un primer ministro del NFP, bajo el argumento de que son la primera fuerza en la Asamblea Nacional, aunque muy lejos de la mayoría absoluta.
"A finales de mes participaremos en las manifestaciones organizadas por los sindicatos. Mientras tanto, dirigiremos el debate a nivel parlamentario", expresó el líder socialista.
Pese a esas aclaraciones, Faure reconoció que las claras disensiones internas del PS fortalecen la posición del macronismo y su negativa a nombrar a Lucie Castets, la candidata de consenso propuesta por el NFP.
"¿Cómo se puede dar prioridad a un debate entre distintas facciones del Partido Socialista? ¿De verdad creen que hay gente que se pregunta quién dirigirá el Partido Socialista dentro de un año? No, la pregunta que se hace la gente es '¿quién va a dirigir Francia?'", lamentó en alusión a quienes defienden que el PS se independice sobre todo de LFI.
"Al igual que los militantes, estoy cansado de estos juegos, que debilitan al Partido Socialista y dan un ángulo de ataque a todos aquellos que sueñan con nuestra desaparición", concluyó.