Atenas, 29 ago (EFE).- El incendio forestal en el monte Pangeo, en el norte de Grecia, sigue activo este jueves por octavo día consecutivo, mientras cientos de bomberos operan en la zona para contener las llamas, que han arrasado unas 1.500 hectáreas de vegetación hasta ahora.
El fuego se declaró el pasado 22 de agosto y arde en una zona de acceso limitado a más de 1.500 metros de altura, lo que dificulta las tareas de extinción, explicó hoy una portavoz de los bomberos en declaraciones a EFE en Atenas.
Unos 210 bomberos con 23 camiones, cuatro helicópteros y tres aviones cisterna luchan para contener las llamas que, hasta el momento, no amenazan zonas pobladas.
No obstante, las autoridades han creado cortafuegos alrededor de algunos pueblos de la región de manera preventiva.
El fuego quema principalmente arbustos y vegetación baja y la tarea de los bomberos se centra en impedir que las llamas se propaguen hacia alturas menores donde hay un bosque más denso y zonas pobladas, informó el portal news247.
Las llamas arden en una zona que es el hábitat natural de zorros, lobos, y jabalíes, según la prensa griega.
Algunos residentes de los pueblos de los alrededores denuncian la falta de organización y de un plan concreto sobre cómo atajar el fuego por parte de las autoridades.
"No existe ningún responsable, son los cazadores quienes guían a los bomberos por el bosque y les muestran los caminos que conocen", señaló Anna a news247, una residente del poblado de Mikro Suli.
El opositor partido socialista Pasok-Kinal acusó este miércoles al Gobierno conservador del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, de no tener un plan de prevención y gestión de incendios y de "dejar solos" a los bomberos que están luchando contra el fuego.
"La trágica situación en el monte de Pangeo es el resultado del absoluto fracaso de las políticas gubernamentales en el sector de la protección civil", resalta un comunicado del Pasok-Kinal.
Mientras, este lunes se dio por controlado otro gran incendio que ardió durante nueve días consecutivos en el monte Orvilos, en la región de Serres (norte), limítrofe con Bulgaria, y que arrasó más de 1.170 hectáreas.
Según el Observatorio Nacional de Atenas, Grecia registró este año los meses de junio y julio más calurosos desde 1960, cuando empezaron los registros sistemáticos.
La temperatura media durante julio aumentó de media en 2,5 grados en el período de 1960 a 2024.
Las altas temperaturas, en combinación con la sequía, provocaron decenas de incendios a diario, el más desastroso de los cuales fue el que se declaró al norte de Atenas el pasado 11 de agosto y que llegó hasta el tejido urbano de la capital.
Impulsado por fuertes vientos, el fuego causó la muerte de una mujer de 60 años, arrasó más de 10.000 hectáreas y calcinó cientos de casas, sedes de empresas y coches.