Más de 7.000 personas han sido desplazadas por las inundaciones en el suroeste de Libia

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Trípoli, 26 ago (EFE).- Más de 7.000 personas han sido desplazadas en el suroeste de Libia, cerca de 2.700 de ellas migrantes, después de que las fuertes lluvias provocaran inundaciones en las ciudades de Ghat y Tahala el pasado 16 de agosto, reveló este lunes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Entre los damnificados, explicó, hay 4.346 libios que se refugian en campamentos, alojamientos temporales informales, escuelas y son acogidos por familias mientras que los 2.745 migrantes -la mitad de ellos originarios de Níger- han sido alojados por familiares y amigos en otros barrios cercanos.

Según el organismo perteneciente a Naciones Unidas, la zona sigue sin acceso a la electricidad y la carretera principal que une las localidades de Albarkat y Issein continúa cortada. Situada a 1.300 kilómetros de distancia de la capital y frontera con Argelia, su situación geográfica la convierte en un centro de tránsito para la migración.

En 2019 la región, que cuenta con 20.000 habitantes y se encuentra en una zona baja rodeada de montañas, ya sufrió lo que se consideró entonces la peor inundación de la historia tras varios días de intensas lluvias, afectando a dos tercios de la ciudad y que dejaron 5.000 personas sin hogar.

El próximo 10 de septiembre se cumple un año del desastre de Derna (este) después de que el ciclón Daniel provocara inundaciones que colapsaron sus dos presas, lo que se saldó con la muerte de 4.540 personas, 8.000 desaparecidos y 43.000 desplazados.

Poco después, el hijo menor de Jalifa Haftar -hombre fuerte del este del país- Belgassim Haftar, fue nombrado director ejecutivo del Fondo de Reconstrucción de Derna y de las zonas devastadas, que lideró la firma de multimillonarios contratos con compañía extranjeras -principalmente egipcias y turcas- para volver a poner en pie la zona.

Un informe de Evaluación Rápida de Daños y Necesidades (RDNA), desarrollado por la ONU, la Unión Europea y el Banco Mundial (BM); reveló que su reconstrucción necesita un presupuesto estimado en 1.800 millones de dólares.

Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) reclamaron sin éxito una investigación independiente y liderada por la ONU para determinar las fallas en la gestión, ya que, declaró, las autoridades locales emitieron órdenes contradictorias sobre las evacuaciones e incluso impusieron un toque de queda que dejó atrapados a numerosos barrios que quedaron completamente arrasados.

Tras una investigación y la detención de una quincena de funcionarios, la Fiscalía libia reveló a principios de año que la falta de un sistema de alerta temprana y la negligencia en las tareas de mantenimiento y limpieza fueron las principales causas de esta tragedia.

Dos autoridades enfrentadas se dividen actualmente el poder en Libia: el Gobierno de Unidad Nacional (GUN), basado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional, de Abdelhamid Dbeibah; y el Ejecutivo de Bengasi nombrado por el Parlamento- bajo control de Haftar- y liderado por Osama Hammad. EFE

mak-nrm/icn

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