Moscú, 26 ago (EFE).- Un grupo de médicos y sanitarios se dirigió hoy al presidente ruso, Vladímir Putin, para solicitar que se abra un caso penal contra los funcionarios de la prisión ártica en la que en febrero pasado murió el líder opositor, Alexéi Navalni.
"La muerte de Navalni se produjo como consecuencia del cumplimiento negligente de sus obligaciones por parte de los funcionarios de los servicios penitenciarios" (FSIN), señala la declaración.
Por ese motivo, cerca de un centenar de médicos remitieron una petición al jefe del Kremlin y al Comité de Instrucción de Rusia (CIR) para que abra una investigación penal al respecto.
"Le exigimos que garantice una investigación abierta e independiente sobre la muerte del político, lo que es apoyado por millones de ciudadanos rusos", apunta.
Los médicos recuerdan que en el pasado se dirigieron en varias ocasiones al presidente para que Navalni recibiera la asistencia médica necesaria, pero que las respuestas fueron siempre "formales".
"Incluso si aceptamos que el motivo de la muerte de Navalni no fuera violenta, usted es responsable, ya que ignoró la opinión de los expertos de la comunidad médica sobre la amenaza para la vida que representaban las condiciones de detención de Alexéi", subrayaron.
Al respecto, los médicos aseguran que si la causa de la muerte fue una combinación, entre otras cosas, de hipertensión, daño vascular y miocardioesclerosis difusa, los médicos de la prisión deberían haber prescrito al preso una terapia antihipertensiva y evitar que fuera enviado a la celda de castigo.
"En cambio, a Alexéi no se le recetó terapia antihipertensiva y le siguieron enviando regularmente a la celda de castigo", denuncian.
Según el CIR, Navalni murió por arritmia, versión que su viuda Yulia consideró "otro intento bastante patético de ocultar que lo sucedido es un asesinato".
En la misma línea, los médicos consideran que, en realidad, la versión oficial es "fabricada y persigue el objetivo de ocultar las auténticas razones de la muerte de Navalni".
Yulia Naválnaya, quien prometió continuar su lucha, culpa de la muerte de Navalni directamente al presidente ruso, al que su marido ya acusó de ordenar su envenenamiento en 2020.
Putin respondió que autorizó el canje de su mayor enemigo, pero que éste falleció repentinamente entre rejas antes de que se consumara el intercambio.