El rey de Bélgica nombra un mediador para tratar de retomar las negociaciones para formar gobierno

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El Rey Felipe de Bélgica ha nombrado este viernes un mediador que intente retomar las negociaciones de formación de gobierno en el país, después de que fracasaran las conversaciones entre partidos por las desavenencias en materia fiscal entre dos de las cinco formaciones llamadas a conformar el nuevo Ejecutivo. En un mensaje en redes sociales, la Casa Real belga ha confirmado el encargo a Maxime Prévot, líder de los democristianos francófonos, Les Engagés, para que ejerza una labor de mediación "con vistas a reanudar las negociaciones lo antes posible". Prévot tendrá ahora diez días de plazo, hasta el próximo 2 de septiembre, para mantener contactos con los distintos partidos que han dialogado para forjar una coalición de gobierno, con la vista puesta en volver a la mesa de negociación. Hasta ahora, el líder de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), Bart de Wever, partido más votado en los comicios del pasado 9 de junio, encabezaba las conversaciones para una coalición junto a los liberales y democristianos francófonos, MR y Les Engagés, y los socialistas y democristianos flamencos, Vooruit y CD&V. La formación de Prevot, que experimentó un importante crecimiento en las elecciones y logró ser tercera fuerza más votada en Valonia, había defendido la necesidad de llegar pronto a un acuerdo entre los partidos de la llamada coalición 'Arizona', apodada así por la semejanza entre los colores de los partidos en liza con los de la bandera del estado norteamericano. "Nuestro país no puede permitirse el lujo de una crisis prolongada. La coalición 'Arizona' sigue siendo la que refleja más adecuadamente la voluntad expresada en las urnas a cada lado de la frontera lingüística", señaló el partido democristiano tras colapsar las conversaciones. FRACASO DE LAS NEGOCIACIONES Las negociaciones descarrilaron esta semana por las diferencias entre liberales francófonos y socialistas flamencos sobre la introducción de un impuesto a las plusvalías en la venta de activos financieros como acciones y bonos, condición que ponía la formación de izquierda para entrar en un Ejecutivo federal dominado por partidos de centroderecha. Así, el dirigente nacionalista flamenco y alcalde de Amberes anunció este jueves su decisión de tirar la toalla y abandonar el puesto de negociador jefe, asignado por el monarca belga para explorar la formación de gobierno con este jueves como plazo límite. En respuesta el Rey Felipe inició este viernes una nueva ronda de consultas con los líderes de los cinco partidos de la potencial coalición con vistas a tantear una vía alternativa, proceso que ha dado como resultado la designación de un mediador para tratar de resolver la crisis. El sistema belga donde las familias políticas tienen partidos espejo en Flandes y Valonia hace que el Ejecutivo federal dependa de complejas coaliciones entre varias formaciones. Aunque existen los números para reeditar el gobierno actual que aglutina a siete partidos, varios grupos se han abierto a pactos con la N-VA y Vlaams Belang, excluidos del último gobierno federal, y el actual primer ministro, Alexander De Croo, anunció que los liberales flamencos de Open Vdl, se quedarán en la oposición tras el varapalo sufrido en las urnas.

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