Roma, 22 ago (EFE).- La búsqueda en la provincia italiana de Vicenza (norte) de la colombo-estadounidense Ana María Knezevich, desaparecida el pasado febrero en Madrid y cuyo exmarido está arrestado en Estados Unidos por su supuesta implicación, fue suspendida momentáneamente al no haber conducido a ningún descubrimiento significativo.
Los investigadores, que incluye agentes de Policia de Vicenza, de la Policía española y un inspector del FBI estadounidense, comenzaron el miércoles la búsqueda en los bosques de la zona y ampliaron este jueves el área, pero por el momento no han obtenido resultados.
Ahora, explican los medios italianos, se hará balance de las actividades llevadas a cabo hasta el momento, para decidir si se reanuda la búsqueda más adelante y cómo.
La búsqueda se concentraba este jueves en los aledaños del pequeño municipio de Cogollo del Cengio, sobre todo en una vieja carretera que lleva a una zona de monte, según confirmaron a EFE fuentes municipales.
Según los medios italianos, se buscaba en esa zona siguiendo la señal del GPS del coche que alquiló el ex marido de la desaparecida .
Ana María, de 40 años, de origen colombiano y nacionalidad estadounidense -radicada en Fort Lauderdale-, llegó a Madrid el pasado diciembre buscando descansar de un complejo proceso de divorcio que le llegó a provocar una depresión por la que estaba en tratamiento médico en Estados Unidos.
Su marido, David Knezevich, fue detenido el pasado 4 de mayo en el Aeropuerto Internacional de Miami como presunto autor de la desaparición en Madrid de su mujer cuando llegaba en un vuelo desde Belgrado, la capital de Serbia, de donde es originario.
El 3 de junio la Justicia estadounidense ordenó la detención preventiva sin derecho a fianza del serbio.
La última noticia que los allegados de la desaparecida tuvieron de ella es que estaba buscando un nuevo apartamento de alquiler con la expectativa de quedarse en la capital española a largo plazo.
La mujer desapareció poco después de que un hombre que llevaba un casco de motociclista desactivara las cámaras de seguridad del edificio de apartamentos en Madrid donde ella se alojaba y rociara con espray los lentes de las cámaras, recogió el canal NBC Miami.
Al día siguiente, dos amigas de Ana María recibieron mensajes de texto separados, uno en inglés y otro en español, desde su teléfono diciendo que planeaba irse unos días con un hombre que acababa de conocer, lo que despertó sus sospechas.