O'Connor se viste de rojo y revive la hazaña de Kuss

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Yunquera (Málaga), 22 ago (EFE).- El australiano Ben O'Connor (Decathlon Ag2r) protagonizó una gesta en solitario que le permitió ganar la etapa en Yunquera, vestirse de rojo y destapar "el fantasma Kuss", con una ventaja en la general de 4.51 sobre los favoritos que recuerda a la Vuelta 2023, cuando el estadounidense, en una fuga similar, sacó un tiempo que defendió hasta Madrid.

Fuga permitida, con alta carga de confianza por parte de los favoritos que supo aprovechar Ben O'Connor (Sibiaco, 28 años) para lograr una victoria que le permite cerrar la trilogía de éxitos en Tour, Giro y Vuelta y soñar con la hazaña de llegar hasta Madrid de rojo, emulando a Kuss, quien con una ventaja menor ganó la Vuelta 2023.

O'Connor no olvidará la sexta etapa disputada entre Jerez de la Frontera y Yunquera (Málaga), de 185,5 km. Se metió en la fuga buena del día y atacó para quedarse solo a 28 de meta. Trepó los dos últimos puertos en solitario, y mientras dormitaba el grupo principal se presentó en meta con un tiempo de 4h.28.12, a una media de 41,5 km/hora.

Los perseguidores fueron llegando con cuentagotas. Los primeros, con el italiano Dario Frigo, a 4.33 minutos, la parte noble, con Roglic, Enric Mas, Joao Almeida, Mikel Landa, Sepp Kuss y compañía a 6.31. O'Connor ya era líder, con una ventaja suculenta. Queda mucha Vuelta, pero lo mismo pensaron mucho con Kuss en Javalambre, también en la sexta etapa, pero de 2023. Y Kuss se llevó la ronda.

Ahora la general sufrió una verdadera revolución con la toma de poder por parte de O'Connor. Le sigue Roglic a 4.51 minutos. Gran escalón. A partir de ahí, Almeida queda a 4.59, Enric Mas es quinto a 5.23, Cristian Rodríguez sexto a 5.26, y Mikel Landa es duodécimo a 5.49.

"Estoy ante una de las grandes oportunidades que puedo tener en la vida, pero ahora quiero disfrutar este momento. El objetivo era ganar una etapa para tener victorias en las tres grandes. Hoy la forma de ganar ha sido muy bonita, ha merecido la pena todo el esfuerzo. Quizás pueda ganar la Vuelta, pero iré paso a paso", dijo O'Connor en meta.

Segunda meta en alto de la Vuelta 2024 después del esprint horneado de Sevilla. Un día con 4 puertos, propicio para las fugas capaces de restar protagonismo a los favoritos. Antes del banderazo el futbolista internacional del Sevilla le regaló una camiseta al líder Primoz Roglic.

 La carrera se lanzó desde un supermercado de Jerez de la Frontera que a su vez es el patrocinador principal, como si el pelotón se hubiera ido de compras. Ya metidos en faena los intentos de escapada se multiplicaron. Tanta insistencia, ataques y filtros, desembocaron en una expedición de 13 corredores camino de Yunquera.

El mejor clasificado era el alemán Florian Lipowitz, compañero de Roglic en el Red Bull-Bora, vigésimo a 1.50 minutos. En el grupo los españoles Pelayo Sánchez (Movistar), Berrade y Castrillo (Kern Pharma). La avanzadilla pasó por el Puerto del Boyar (1ª, 14,7 al 5,5) con Pelayo en cabeza.

A falta de 75 km de meta la fuga empezó a soñar cuando sus integrantes vieron el cartel de 4 minutos sobre el pelotón. Iba a cuajar el proyecto, estaba en marcha el cambio de líder y en el pelotón el más feliz era Roglic, encantado con prestar la casaca roja a otro corredor, a otro equipo que asumiera esa responsabilidad durante unos días.

Ir de líder supone atender ceremonia del podio, ruedas de prensa,...etc... un desgaste que el esloveno se iba a ahorrar pasando a otro corredor el bastón de mando. Y ese fue su planteamiento de etapa, el mismo que sus rivales, conformes con ceder el protagonismo a cazaetapas.

O'Connor y el neerlandés Leemreize se despegaron de la fuga en el ascenso del Puerto del Viento (3a, 6,6 km al 4,3), ya en la zona de sube y baja constante hasta meta, en el paraíso natural de la Sierra de las nieves, en la provincia de Málaga.

Subiendo el Puerto Martínez (3a, 3,5 km al 6,3) el "aussi" decidió emprender la aventura en solitario. A su manera. De 10 victorias en su palmarés, 9 han sido sin compañía alguna. Un ataque que fulminó a Leemreize, con pinta de llegar a meta con diferencia de escándalo respecto a un pelotón que no se alarmó en absoluto.

¿Quién dijo miedo?. O'Connor coronó el puerto al frente, bajó con valentía, con los perseguidores a partir de los 50 segundos y Roglic silbando a 6 minutos. Por delante tenía la última dificultad, la que conducía a meta, el Alto de las Abejas (3a, 8,8 km al 3,9).

Por delante un caramelo muy apetitoso. La etapa, el liderato y la opción de convertirse en "otro" Kuss, el estadounidense que hace un año en una fuga similar obtuvo más de 3 minutos de renta sobre los hombres de la general y al final se llevó la Vuelta. Con esas premisas O'Connor se dejó la piel. Podía ser su día de gloria.

Subió con la moral por las nubes El Alto de las Abejas. El pelotón seguía sin inmutarse, con el Movistar tirando en cabeza para minimizar los daños. El palo no iba a ser solo para Roglic, el menos inquieto, tal vez confiado en la remontada que le espera, sino también para los aspirantes al podio, como Enric Mas, Joao Almeida y compañía.

Finalmente las Abejas no fueron obstáculo para O'Connor. Vino a la Vuelta a ganar una etapa y se la trabajó a fondo, ganando con todo merecimiento en la localidad malagueña, en medio de un entornó paradisíaco, donde el pinsapar marca las diferencias de la comarca, como las marcó el "aussi" en la carretera.

Fue la décima victoria en su palmarés, la novena en solitario, y la tercera de una temporada en la que debutó ganando en la Vuelta a Murcia. Ahora, con la roja, toca soñar, y lo puede hacer con argumentos. Basta con acordase de Sepp Kuss. "Por qué no?", dijo.

  Este viernes la séptima etapa llevará al pelotón de Archidona a Córdoba a través de 180,2 km. Recorrido ondulado, pero con una sola dificultad situada a 18 de meta, el Alto del 14 por ciento, puerto de segunda, de 7,4 km al 5,6 por ciento.

Carlos de Torres

Yunquera (Málaga), 22 ago (EFE).- El australiano Ben O'Connor (Decathlon-AG2R) es el nuevo maillot rojo de la 79 Vuelta a España con 4:51 sobre el hasta ahora líder y a priori máximo favorito al triunfo final, el esloveno Primoz Roglic (Red Bull-Bora).

Primoz Roglic dejó entrever al finalizar la quinta etapa junto a la torre del Oro de Sevilla la posibilidad de ceder la preciada prenda en los siguientes días a la espera de ir acercándose al tramo final de la carrera. La oportunidad para hacerlo llegó justo al día siguiente.

"Ceder el liderato los próximos días es una opción. Dependerá de la situación de carrera y cómo se desarrolle la escapada del día", argumentó ante la opción de traspasar el maillot rojo con la intención de que fuera de una forma interina.

Al finalizar la etapa en la malagueña Yunquera tras partir desde Jerez de la Frontera, tras el duro paseo por una parte de la serranía de Ronda en la etapa con el tercer mayor desnivel acumulado de esta edición, las preguntas empezaron a asaltar a casi todos.

En Yunquera pasó lo que muchos comentaban como posibilidad de desarrollo de la etapa, que se formase una escapada relativamente numerosa y que en ella se colase algún hombre peligroso.

¿Se podía conceder el tiempo que se le había dejado obtener al australiano? ¿Hubo exceso de confianza tanto por parte de Red Bull-Bora como de otros equipos con aspiraciones a pelear por la victoria en la general el próximo 8 de septiembre? ¿Dónde se le podrá recortar esa gran ventaja?

Estas y muchas otras preguntas empezaron a asaltar a casi todos los presentes ante la tranquilidad con la que ejecutó sus movimientos el equipo del líder, pero también de como actuaron el UAE Emirates, que suma en este 2024 Giro de Italia y Tour de Francia, el Lidl-Trek o el Movistar de Enric Mas, entre otros.

Ben O'Connor llegó a la salida de la Vuelta en el Monasterio de los Jerónimos de Belém en Lisboa, habiéndose quedado a un paso de auparse en mayo al podio del Giro de Italia tras el esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates), el colombiano Daniel Felipe Martínez (Red Bull-Bora) y el británico Geraint Thomas (Ineos).

Cada uno sacó su propia máquina de calcular y su ordenador de datos para intentar conocer las diferencias que se le podían conceder a O'Connor para en los próximos días ser desbancado. El triunfo del australiano y la ventaja que logró hacía estallar por los aires cualquier tipo de apuesta.

O'Connor (Subiaco, 1995) está disputando su décima gran carrera por etapas y, además de haber acabado este año cuarto en el Giro, ocupó esa misma posición en el Tour de 2021 y fue séptimo en la Vuelta de 2022. No es un advenedizo, sabe lo que es pelear por el top-5 de las grandes y acumula nueve triunfos de nivel en su decimotercera temporada en la élite.

El recuerdo del triunfo tan solo un año antes del estadounidense Sepp Kuss (Visma-Lease a Bike) está todavía muy vivo. El de Durango cimentó su victoria, además de contar con el respaldo de dos hombres de su propio equipo del nivel del danés Jonas Vingegaard y Primoz Roglic, tras colarse en la escapada del día en la jornada que finalizó en el Pico del Buitre junto al Observatorio Astronómico de Javalambre en Teruel y saber gestionar la ventaja que obtuvo.

En Teruel, al igual que en esta ocasión, la carrera todavía no había completado su primera semana de competición y fue precisamente en la misma sexta etapa.

La historia de la Vuelta está jalonada de un buen número de victorias que permitieron romper cualquier tipo de pronóstico previo.

De una de las más recordadas, principalmente por lo tremendamente dolorosa que fue para el ciclismo español, se cumplen ahora cuarenta años. El francés Eric Caritoux terminó derrotando al palentino Alberto Fernández por tan solo 6 segundos, a pesar de que el entorno confíaba en que sería capaz de recortar en la parte final la escasa diferencia que les separaba.

En tiempos más recientes, la victoria más sorprendente fue la que logró en 2013 el estadounidense Chris Horner, un cuarentón que se coló en la pelea por el maillot rojo y al final nadie fue capaz de desbancarlo.

José Luis Sorolla

Yunquera (Málaga), 22 ago (EFE).- Ben O'Connor (Decathlon-AG2R) completó un día casi perfecto en la sexta etapa de la 79 Vuelta a España con su victoria en solitario en Yunquera (Málaga) que, además, le permitió auparse al liderato de la clasificación general y, además, unirse al grupo de ciclistas que han ganado etapas en la Giro, Tour y Vuelta.

"Es fantástico y tengo un buen hueco. Era una buena oportunidad para luchar con los mejores y ha sido una de mis mejores victorias. Ahora voy a disfrutar de cada momento", dijo tras vestirse por primera vez el maillot rojo de la Vuelta.

"Voy a dar lo mejor de mí mismo y a ver todo lo lejos que soy capaz de llegar como líder", manifestó.

Sobre el hecho de haberse incorporado al centenar de ciclistas históricos que han sumado triunfos de etapa en las tres grandes, el australiano aseguró que ese era su "gran objetivo" antes de comenzar la Vuelta. "Es muy bonito ganar en las tres grandes. Es algo que he tenido en mente desde el inicio de la Vuelta".

O'Connor reconoció no entender porque algunos no le incluían entre los favoritos en la Vuelta. "Tras el Giro, en el que fui cuarto, la Vuelta ha sido desde el principio mi segundo gran objetivo de la temporada".

Sobre los casi cinco minutos de ventaja (4:51) que acumula sobre el esloveno Primoz Roglic (Red Bull-Bora) al que desbancó del liderato, insistió en que es una diferencia importante.

"No se me dan mal las subidas largas. Quiero disfrutar e ir paso a paso en la Vuelta", afirmó.

O'Connor explicó que en el tramo final de la etapa pensó en el tiempo que podía conseguir sobre el pelotón de los favoritos. "Tenía claro que ganaba la etapa y tenía en mente el tiempo que podía conseguir. Quería disfrutar en el último momento".

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