La ministra encargada del homenaje a las víctimas seguirá adelante con el proyecto a pesar de las críticas

La ministra de Transportes de Israel, Miri Regev, ha asegurado que seguirá adelante con el proyecto de celebrar un homenaje a nivel estatal por las víctimas de los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre a pesar de las críticas recibidas y los anuncios de boicot por parte de algunos de los kibbutz más afectados por la tragedia, así como grupos de familiares de rehenes. La ministra Regev, cercana al primer ministro Benjamin Netanyahu y criticada las organizaciones de las víctimas, fue la escogida por el Gobierno para preparar el homenaje de cara al primer aniversario de ataque de Hamás, detonante de respuesta israelí sobre la Franja de Gaza --que deja ya más de 40.250 muertos-- y de la actual guerra en Oriente Próximo. Las autoridades de varios kibbutz fronterizos con la Franja de Gaza salieron el miércoles al paso para desmarcarse de este futuro homenaje, aprovechando para criticar la respuesta de Netanyahu a los secuestros y planteando la celebración de una conmemoración propia. A estas críticas se unió también el Foro de las Familias de Rehenes, la principal organización de familiares. Sin embargo, y a pesar de las críticas, la ministra Regev ha asegurado que la población israelí logrará unirse de nuevo, y ha apuntado a que esta celebración tendrá el mismo efecto que otras ceremonias de carácter nacionalista, como el Día de la Independencia o el Día de Conmemoración del Holocausto. Hamás llevó a cabo una serie de ataques el 7 de octubre de 2023 contra territorio israelí en los que acabó con la vida de unas 1.200 personas y tomó como rehenes a otras 240, de las cuales se estima que algo más de cien siguen bajo cautiverio de la milicia palestina, aunque se desconoce si están vivas o muertas. Aquél suceso se convirtió en el detonante de la actual guerra en la región, más aún después de que Israel iniciara una cruenta campaña militar en la Franja de Gaza, centrada en principio en las principales estructuras de Hamás pero que se cobra ya más de 40.250 personas muertas, en su mayoría mujeres y niños.