Dybala, un romantico empedernido

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Tomás Frutos

Roma, 22 ago (EFE).- Paulo Dybala se ha unido al selecto de club de jugadores que, en estos tiempos, ha rechazado el faraónico dinero saudí por quedarse en un club en el que se siente como en casa, querido por la afición. El suyo es un caso especial, porque es el centro del proyecto del Roma, pero rechazar 75 millones de euros le convierten en uno de esos románticos empedernidos que ya casi están en peligro de extinción en el fútbol moderno.

Por Roma han pasado muchas figuras de culto a los que la afición de la 'Loba' se ha rendido. Pasó con Totti o con De Rossi, que eran jugadores de casa. También con José Mourinho, al que se le guarda un cariño especial por su entrega. El último caso, pero no menos importante, es el de Paulo Dybala, la última 'Joya' que ha enamorado a los 'giallorossi', un pueblo que le tiene como su hijo adoptivo.

Y más todavía, si cabe, ahora. Porque rechazar la estratosférica oferta del fútbol saudí, del Al-Qadsiah que entrena Míchel y en el que juega Nacho Fernández, mientras el Roma no hacía malos ojos a la salida, era algo complicado. De hecho todo se daba por cerrado, pero en el último momento un giro de guion digno de película mantiene vivo un matrimonio que merecía algo más de los dos años que lleva latente.

Por cómo empezó y por cómo ha ido evolucionando, entregadas ambas partas. Dybala con la afición, la afición con Dybala.

Casi 25 millones de euros por temporada es lo que ha rechazado el jugador, que informó de su decisión a través de sus redes sociales. "Gracias Roma", puso, en un mensaje que invitaba al pesimismo por ser digno de despedida. "Nos vemos el domingo", acompañó con un guiño cómplice, sentenciando su futuro y desatando la locura de los romanistas en redes, agradecidos con la decisión.

Ya desde el inicio se supo que la relación entre Dybala y el Roma iba a ser especial. En su llegada a la capital italiana, un veraniego 26 de julio de 2022, le recibieron casi 10.000 aficionados que vieron en el argentino a su nuevo faro en busca del deseado retorno entre los grandes de Italia.

Dolido por su inesperada salida de la 'Juve', que después de tenderle la mano de la renovación le dejó fuera del proyecto, se quedó sorprendido del cariño recibido en esa presentación multitudinaria, en una imagen con el himno del club del fondo que queda ya en la historia de la 'Loba'. Ojos vidriosos por el cariño recibido, mirada decidida a devolver todo ese afecto sobre el césped.

Su calidad nunca ha estado en entredicho. Tampoco su capacidad de liderazgo. Fue el jugador diferencial del Roma de Mourinho. Un equipo bien armado atrás, al que era muy difícil marcar gol. Arriba, la magia de Dybala permitía al Roma seguir soñando en Europa. Ahora será la pieza clave en el de De Rossi.

Después de ganar la Liga Conferencia en 2022, el reto del Roma era la Liga Europa y volver a 'Champions'. Y para eso se fichó a Dybala. Ganar el segundo torneo europeo más importante significaba volver a Liga de Campeones, objetivo complicado de conseguir a través del campeonato doméstico.

Así que Dybala se puso manos a la obra. Decidió los dieciseisavos de final con un gol ante el Salzburgo, equipo que llegaba como tercero en fase de grupos de 'Champions'. Asistió en octavos de final ante la Real Sociedad para encarrilar el pase. En cuartos, en la vuelta, como suplente y medio lesionado, desató la euforia con un gol en el 89 que llevó el partido a la prórroga. Mismas molestias que le impidieron jugar más de 15 minutos en las semifinales ante el Leverkusen.

Pero el objetivo de la final estaba conseguido. Era su torneo, su momento. Y no falló. Marcó ante el Sevilla para poner el 1-0. Rozó la gloria con la 'Loba', pero un autogol de Mancini y un penalti no señalado mandaron el partido a los once metros donde el Roma despertó del sueño.

Las lágrimas empezaron a brotar en su rostro de manera incontrolable. Ni siquiera Matic pudo consolarle. Estaba deestrozado, consciente de la oportunidad perdida.

Volvió a intentarlo la pasada campaña, la 2023-24. Pero Xabi Alonso se interpuso en semifinales con el Leverkusen, invicto en la temporada hasta que se cruzó en la final con el Atalanta. Había marcado y asistido en cuartos ante el Milan; y marcado en gol ante el Brighton en octavos.

Decisivo siempre en los momentos importantes, resucitando al Roma con acciones de fantasía, con esa zurda con la que continuará dibujando sonrisas en el Estadio Olímpico, tiene todavía un gran debe durante su estancia en el Coliseo romano: las lesiones. Se ha perdido 34 partidos desde su llegada que le han impedido la continuidad que tanto desea en Serie A.

Un factor clave, entre tantos otros, que explica también el por qué el Roma nunca ha estado cerca de los puestos 'Champions' o, cuando lo ha estado, siempre con la sensación de ir muy justo. El club persigue otra vez el mismo objetivo. A la tercera, quien sabe, puede ir la vencida.

Dybala es el jugador diferencial para esta Roma que mantiene a su gran estrella, a su gran talento, a la última 'Joya' que ha brillado en Roma, en una ciudad en la que suele pasar al revés, pero en la que Dybala ha sido uno de los pocos elegidos que ha hecho enamorar al resto.

Ante el Empoli, en el Esatdio Olímpico, lleno, comenzará otra temporada más de Dybala. Ya sin presiones, sin negociaciones en el horizonte. Porque Dybala, uno de los últimos románticos empedernidos del 'calcio', se queda en casa. EFE

tfc/apa

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