Directora de Fundación Carolina: "Hay que atender la inseguridad con enfoque de género"

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Guayaquil (Ecuador), 22 ago (EFE).- La inseguridad afecta de manera desproporcionada a las mujeres, por lo que es necesario que las políticas que los países crean para hacerle frente tengan un enfoque de género, aseguró en una entrevista con EFE la directora de la Fundación Carolina, Érika Rodríguez.

“Para nosotros el enfoque diferencial de género es sustantivo porque nos cuenta cómo se ven afectadas las mujeres por la inseguridad, pero también cómo actúa sobre su calidad de vida”, dijo la socióloga colombiana y doctora en Relaciones Internacionales.

Rodríguez ha estado esta semana en Ecuador para participar en la Cumbre Latinoamericana de Seguridad, ámbito en el que es experta y que la Fundación Carolina, fundada hace 24 años con el objetivo de fomentar las relaciones culturales y la cooperación en materia educativa y científica entre España y países iberoamericanos, ha incluido recientemente en su oferta de becas.

Afirma que cuando se analiza la respuesta hacia la inseguridad, los Estados deben tener en cuenta que en contextos de criminalidad las mujeres no solo sufren violencias machistas “producto de una estructura social patriarcal que conocemos bien cómo actúa”, sino que también son utilizadas por las bandas delictivas.

“El crimen organizado se aprovecha de esa estructura patriarcal para ejercer dominio sobre mujeres y usarlas para determinados tipos de funciones criminales”, alertó.

“Por eso tenemos que generar mecanismos y herramientas que vayan directamente a esa doble vulneración de derechos que sufren las mujeres, para que podamos atender sus características especiales. Hay que atender la inseguridad desde una visión con enfoque de género”, agregó.

Un tema que, dijo, se está poniendo sobre la mesa en las cumbres internacionales, como en la celebrada en Ecuador, donde autoridades, expertos y representantes de varios países latinoamericanos compartieron sus experiencias en generación de políticas públicas de seguridad.

“Tenemos un problema de mujeres encarceladas por determinados tipos de delitos de forma prevalente, quienes luego sufren por falta de oportunidades. También tenemos un problema dentro de las maras y de las bandas juveniles por la forma específica de violencia que hay: un control sexual sobre las mujeres”, explicó.

“Esto ya se empieza a poner sobre la mesa y se asume que se necesitan herramientas específicas para poner cara a esas violencias. Es un paso adelante”, añadió.

Pero además de diseñar políticas públicas bajo un foco de género, Rodríguez cree que es indispensable que las mujeres estén presentes en estas discusiones de alto nivel y que tengan voz en temas históricamente abordados por hombres, como el de la seguridad.

“Es muy importante que haya mujeres porque vamos a poner sobre la mesa nuestra visión del mundo y nuestras problemáticas específicas, que en seguridad es muy concreta: un hombre no ha experimentado la inseguridad que experimenta una mujer por el simple hecho de ser mujer”, explicó.

“Las mujeres no somos un colectivo, somos más de la mitad de la población y si más de la población tiene sistemáticamente miedo en su vida y no atendemos ese miedo dentro de la construcción de políticas de seguridad, no estamos haciendo realmente un cambio ni una transformación efectiva”, concluyó.

Cristina Bazán

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