Líbano espera más electricidad la próxima semana tras apagón en plena escalada con Israel

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Beirut, 19 ago (EFE).- El Gobierno libanés espera un retorno gradual de sus hasta seis horas de suministro eléctrico a partir de la próxima semana, después de que el fin de semana dejara de funcionar la última planta en activo tras agotarse el combustible disponible en plena escalada con Israel.

El ministro de Energía, Walid Fayyad, explicó este lunes que ya han conseguido combustible "en préstamo" para suministrar 200 megavatios a la población y agregó que esperan la llegada de un barco con otro cargamento para el 26 de agosto, según un comunicado.

"Y luego el suministro aumentará gradualmente hasta los 600 megavatios. Esto es lo que teníamos disponible en el pasado a la luz de la relativa estabilidad energética, es decir unas cinco a seis horas", indicó Fayyad al finalizar una reunión al respecto con el primer ministro, Najib Mikati.

El fin de semana, la compañía eléctrica estatal Electricité Du Liban anunció una suspensión de operaciones en la planta de Zahrani (sur), la última en funcionamiento, lo que dejó sin suministro público también al aeropuerto, los puertos marítimos, las estaciones de bombeo y las prisiones.

En condiciones normales, la luz estatal solo llega hasta un máximo de seis horas diarias, por lo que el país depende igualmente en gran medida de la contratación de costosos generadores a diésel y los apagones como el del fin de semana tienen un impacto relativo.

El ministro de Energía achacó el último cierre de plantas a problemas burocráticos y aseguró que Irak sigue comprometido a proveer al Líbano de fuelóleo, hasta ahora la única vía de abastecimiento para Electricité Du Liban.

No obstante, Argelia anunció el domingo que otorgará "inmediatamente" derivados del petróleo al Líbano para ayudarlo a salir de su última crisis eléctrica, un problema constante desde el inicio de una grave crisis económica en el país a finales de 2019.

Este último apagón se produjo en medio de una escalada bélica entre el grupo chií Hizbulá e Israel, mientras el Gobierno trabaja para garantizar que haya suficientes reservas de productos básicos dentro del país de cara al potencial estallido de una guerra abierta entre las partes. EFE

njd/rsm/psh

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