La calma que precede a la tempestad

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José Luis Sorolla

Castelo Branco (Portugal), 19 ago (EFE).- El punto y final al periplo de la 79 Vuelta a España por Portugal volvió a tener como protagonista la calma en el pelotón, ante el presagio de la tempestad que se avecina este martes nada más cruzar la frontera española con la ascensión al Pico Villuercas.

La contrarreloj inicial en el Monasterio de los Jerónimos de Belém en Lisboa sirvió para marcar unas diferencias mínimas entre los 178 participantes y a partir de ahí la tranquilidad para el gran grupo marcada por las condiciones meteorológicas, aunque el primer día el viento también tuvo mucho que decir en la resolución final.

Al día siguiente entre Cascais y Ourém, el viento en contra de los primeros kilómetros llevó a todos a no embarcarse en aventuras extemporáneas y la carrera acabó con más de media hora de retraso. Este lunes entre Lousa y Castelo Branco volvió a repetirse la historia en cuanto al retraso acumulado.

Para todos los presentes en la Vuelta ya no iba a ser necesario casi ni avanzar una hora en el reloj para adaptarlo al cambio horario en España a partir de este martes.

Los únicos que se aventuraron para intentar animar mínimamente la actuación del gran grupo volvieron a ser el incombustible y más veterano de la carrera, Luis Ángel Maté (Kern Pharma) e Ibon Ruiz (Euskaltel Euskadi). Ambos fueron protagonistas en la segunda etapa y lo volvieron a ser en la tercera.

Como si del juego de las parejas se tratase a ellos se unieron en esta tercera jornada Unai Iribar (Kern Pharma) y Xabier Isasa (Euskaltel Euskadi). Además de lucir en cabeza el cuarteto tenía claro que su pelea se centraba en los premios en este inicio de carrera como el liderato de la montaña que permite lucir el maillot que lo distingue, que fue para el marbellí Luis Ángel Maté, y el de la combatividad para el guipuzcoano Isasa.

El pelotón sabía que el premio mayor del triunfo de etapa se lo iban a jugar entre los velocistas, al igual que había sucedido en Ourém, y difícilmente se iba a producir un cambio en el liderato. Los hombres del Visma-Leasse a Bike ejercieron de metrónomos para echar abajo la fuga del cuarteto en el momento en que les interesase y que el belga Wout van Aert siguiese vestido de rojo. De no mediar circunstancia adversa, no habría problema para resolver la jornada sin sobresaltos como así fue. Lo resolvió con contundencia, ganó la etapa y consolidó el liderato.

En el selecto grupo de favoritos, salvo que termine saltando de manera inopinada alguna sorpresa en la aproximación, el líder antes de afrontar el Pico Villuercas es el esloveno Primoz Roglic (Red Bull-Bora), al que contemplan tres Vueltas y un Giro.

Tras el exsaltador de esquí y en un margen por debajo del medio minuto están la gran mayoría de los que todos colocan a priori como candidatos: Joao Almeida y Adam Yates (UAE Emirates), a 2 y 17 segundos; Antonio Tiberi (Bahrain), a 10; Enric Mas (Movistar), a 12; Richard Carapaz (EF Education), a 13; Daniel Felipe Martínez (Red Bull-Bora), a 26; y Carlos Rodríguez (Ineos), a 29.

Un poco más allá del medio minuto están: Sepp Kuss (Visma-Lease a Bike), a 36; y Mikel Landa (T Rex-Quick Step), a 48.

Este martes, el Pico Villuercas debe delatar a aquellos que deberán empezar a plantearse un cambio de objetivos en la carrera porque no están al nivel de los más fuertes, aunque todavía quedarán unos cuantos que mantendrán intacto su sueño de ganar la carrera española. EFE

jls/apa

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