Viena, 19 ago (EFE).- El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) advierte del deterioro en la seguridad de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, bajo ocupación rusa y con los reactores apagados desde 2022, tras el impacto este fin de semana de un dron con carga explosiva cerca de la planta.
"Las centrales nucleares están diseñadas para resistir a fallos técnicos, humanos y acontecimientos externos, incluso extremos, pero no están construidas para resistir un ataque militar directo", explica el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, en un comunicado.
El pasado sábado, los inspectores del organismo fueron informados por la central de Zaporiyia de la explosión de un dron cerca de los estanques de aspersión de agua de refrigeración, a unos 100 metros de la línea eléctrica de Dniprovska, la única que queda y suministra energía a la planta.
Aunque la detonación no provocó víctimas ni daños en la infraestructura de Zaporiyia, sí que afectó a la carretera entre las dos puertas principales de la central, detallan desde el OIEA.
"Una vez más asistimos a una escalada de riesgos para la seguridad nuclear en la central de Zaporiyia", afirma Grossi, e insta a todas las partes a la "máxima moderación".
Los inspectores también examinaron la pasada semana un incendio en una de las torres de refrigeración que dañó la central.
Asimismo, mantienen su presencia en las centrales del sur de Ucrania, así como Jmelnitski, Rivne y Chernóbil, ante las "frecuentes alarmas de ataque aéreo y ataques con drones".
Los últimos incidentes avivan las tensiones entre Ucrania y Rusia, que se culpan mutuamente de ataques o actos de sabotaje en la planta.
Los reactores de Zaporiyia fueron apagados en 2022 por razones de seguridad, aunque todavía se deben enfriar de forma constante.
El director general del OIEA, que ha pedido en varias ocasiones establecer un perímetro de seguridad alrededor de la planta, ahora ha expresado su disposición de evaluar de cerca la situación, realizando una visita a la central.