Roma, 19 ago (EFE).- El argentino Paulo Dybala y el nigeriano Victor Osimhen, estrellas del Roma y del Nápoles, respectivamente, navegan en una situación comprometida: están la rampa de salida, pero no tienen acuerdos oficiales. La complicada tesitura que viven, aunque similar, se gestiona de manera ligeramente diferente. Dybala fue suplente pero jugó; Oismhen, directamente, no estuvo convocado.
Los estrenos de Roma y Nápoles en Serie A no estuvieron a la altura. Especialmente duro fue el debut de Antonio Conte como entrenador de los partenopeos, que sucumbieron con un sonrojante 3-0 ante el Hellas Verona, equipo destinado a transitar en la zona media-baja de la tabla.
Tan mal fue el estreno, que el nuevo técnico salió a pedir perdón a su afición: "Tenemos que pedir perdón humildemente al pueblo napolitano. Hemos sido el Nápoles en la primera mitad, pero el segundo tiempo es difícil de evaluar. Por supuesto asumo toda la responsabilidad de todo, soy el entrenador", dijo a DAZN tras el partido.
"Tenemos mucho trabajo por hacer, hay que ser honestos", sentenció.
También le preguntaron por Osimhen. ¿Por qué no se puede utilizar hasta que salga del club?. Si es que encuentra salida, claro. Pero Conte dirigió el foco a la directiva en ese sentido.
"Es una pregunta que hay que hacerle al club y no a mí. Osimhen ha entrenado por separado desde mi llegada. Lo dije desde el principio, yo soy un espectador en este tema", aclaró.
Fichar al belga Romelu Lukaku es la principal voluntad de Conte, que sacó en el Inter la mejor versión del ariete que militó en el Roma la pasada campaña y que ahora está de vuelta en Londres, ejercitándose en un Chelsea masificado que también le busca salida.
La voluntad de Osimhen también es clara: quiere dejar el club, pero por ahora no tiene nada cerrado. En Italia, algunos medios apuntan a que Conte, incluso, podría llegar a tener a los dos en septiembre. El Chelsea parece su destino más natural, siendo parte de la operación Lukaku.
Paulo Dybala vive una situación también comprometida por culpa del mercado. Nadie en Roma pensaba que podría quedarse sin la 'Joya' para esta temporada, pero una suculenta propuesta del Al-Qadsiah y la apertura del Roma a vender le han colocado en una situación más que complicada.
Ahora, el argentino tiene que pensar si renuncia a jugar en Europa por un salario de casi 25 millones de euros al año, o si se queda para seguir siendo la pieza clave de los de Daniele de Rossi. No tiene nada decidido.
"Hemos oído que hay algo...", dijo el técnico entre risas para suavizar la situación. "Aquí no hay nadie por encima del club. Ya hablará Paulo, que para mí fue y sigue siendo un jugador importantísimo. Le dije lo que tenía que decir al club y a Dybala. No puedo ir más lejos", apuntó.
"No es que no quiera hablar o no pueda, es que ahora es complicado hacerlo porque está todo en el aire. El 2 de septiembre seguro que sabremos algo y hablaremos tranquilamente", insistió.
Lo cierto es que Dybala viajó con el equipo a Cagliari y, al igual que sucedió en el último partido amistoso ante el Everton, fue suplente. La diferencia con el caso Osimhen es que cuando el Roma necesitó de sus servicios no dudó en utilizar a su estrella. El argentino, además, estuvo a punto de ser decisivo con una asistencia que el ucraniano Dovbyk estrelló en el larguero.
Son horas calientes en Roma y en Nápoles. En la capital italiana no se esperaban la posible salida de su estrella, mientras que en la ciudad del Vesubio se daba por hecho. Lo cierto es que ninguno tiene nada cerrado por el momento. La diferencia entre ambos casos es que De Rossi sí está autorizado a utilizar a Dybala por el bien del equipo pese a su negociación; mientras que Conte no puede dar minutos a Osimhen.
Tomás Frutos