El primer ministro uzbeko visita Afganistán en la segunda visita de más alto nivel tras vuelta talibán

El primer ministro de Uzbekistán, Abdulá Aripov, ha llegado este sábado a Kabul, en el marco de un encuentro oficial que constituye la segunda visita de más alto nivel de un representante extranjero a Afganistán desde que los talibán volvieron al poder hace tres años. El Ministerio de Comercio e Industria afgano ha señalado en un comunicado publicado en la red social X que el objetivo de este movimiento diplomático es "discutir las relaciones bilaterales y reforzar los lazos comerciales entre Afganistán y Uzbekistán". En este contexto, ambos países han buscado consolidar su compromiso mutuo mediante la firma de cinco acuerdos comerciales y de inversión bilaterales, subrayando que "las visitas de funcionarios de ambas partes a uno y otro país son necesarias e importantes en términos de fortalecimiento de las relaciones y transacciones". Así las cosas, desde el Ministerio de Comercio han incidido en la importancia de "la continuación de estas visitas y de las observaciones del comercio entre ambos países". "Todos los acuerdos y contratos entre los dos países se implementarán y se tomarán medidas prácticas de inmediato" han agregado haciendo hincapié nuevamente en "la continuación de las visitas entre las delegaciones de los dos países". Durante su estancia en Kabul, se prevé que Ariov --que ha sido recibido con alfombra roja por el vice primer ministro talibán Abdul Salam Hanafi en el aeropuerto internacional afgano-- inaugure además de manera simbólica una exposición de productos uzbekos "en diversos sectores como vehículos de alta velocidad, de carga y de pasajeros o extinción de incendios", entre otros. Esta visita se produce tras una reunión trilateral entre Afganistán, Uzbekistán y Azerbaiyán, en la que los ministros de Economía de los tres países han abordado posibles fórmulas para mejorar el comercio regional. Desde la vuelta de los talibán al poder, Uzbekistán ha mantenido buenas relaciones políticas con el Gobierno de Kabul, reconociendo la importancia de la estabilidad regional en general y en sus 144 kilómetros de frontera compartida en particular.