Lisboa, 16 ago (EFE).- Las grandes figuras del ciclismo mundial no estarán presentes en la 79 edición de la Vuelta que despega este sábado en Lisboa y desembarca en Madrid el 8 de septiembre, de ahí que sin "galácticos", el pronóstico se abre a un puñado de corredores "terrenales" que lucharán por la camiseta roja, entre ellos el estadounidense Sepp Kuss, defensor del título.
No estarán en la crono inicial junto al Monasterio de los Jerónimos lisboeta los tres tenores del pelotón internacional. Pogacar descansa con el doblete Giro-Tour en el bolsillo, Vingegaard corre en Polonia persiguiendo su mejor forma, y Evenepoel, el rey de París 2024, espera el Mundial de Zurich y las clásicas de fin de temporada.
Sí estarán a la vista de la Torre de Bélem y a orillas del Tejo, el Tajo en Portugal, un buen número de candidatos a suceder en el palmarés a Sepp Kuus, precisamente el favorito número 1 como defensor del título, seguido de cerca, respetando sus tres entorchados, por el esloveno Primoz Roglic.
Entre los aspirantes piden paso tres españoles con cuentas pendientes: Enric Mas, Mikel Landa y Carlos Rodríguez, un trío con una gran oportunidad ante si en una Vuelta incierta, que promete emoción hasta el final con un recorrido montañoso en las tres semanas de competición. Un examen clave para las bazas españolas, y también para unos cuantos.
Por palmarés, el esloveno Primoz Roglic merece el respeto de un triple maillot rojo de la ronda. El excampeón olímpico de crono llega tras ganar el Dauphiné y retirarse del Tour por una caída. A Lisboa llega de la mano de la incógnita. Si aquel nivel no tan lejano, hay que contar con él para lo máximo.
Kuss, el americano de Durango que domina a la perfección el castellano, acaba de ganar la Vuelta a Burgos y llega en forma. Saldrá como líder de un Visma reforzado con Wout Van Aert y Van Baarle, y que además contará con una de las esperanzas del ciclismo belga, Cian Uijtdebroeks, de 21 años.
La oposición será dura. El Red Bull Bora presenta a Roglic, quien no compite desde su retirada en la decimotercera etapa del Tour, al colombiano Daniel Felipe Martínez, segundo en el Giro, y Vlasov. Por su parte el UAE, sin Pogacar ni Ayuso, cuenta con el local Joao Almeida y Adam Yates, cuarto y sexto en el Tour, y además con la joya mexicana Issac del Toro, de 20 años, ganador de la Vuelta a Asturias.
Las opciones españolas pasan por Enric Mas, Mikel Landa y Carlos Rodríguez. El balear hizo un Tour de línea ascendente y no llega por el podio, "sino por la roja", como aseguró en Lisboa. Será el líder de un Movistar que incluye a Nairo Quintana y Pelayo Sánchez.
En las filas del Ineos el nombre a seguir es Carlos Rodríguez, séptimo en el Tour después de un rendimiento irregular. Compartirá galones con Thymen Arensman, y entre sus compañeros se cuenta con el primer maillot rojo en la crono de Lisboa del británico Joshua Tarling.
Y Mikel Landa, a sus 34 años, pide paso como jefe de filas del Soudal. Con Evenepoel en período de descanso, el alavés será el jefe, con la ambición de ir a por todas si su estado de forma es similar al del Tour de Francia, donde fue quinto.
Por su parte, el ecuatoriano Richard Carapaz, ganador de etapa en el Tour, optará a la cúspide del podio el frente del EF Education, donde contará con el soporte del colombiano Rigoberto Urán. En un segundo plano figura el Lidl con Ciccone, Skjelmose y Geoghegan, algunos jóvenes a seguir como Antonio Tiberi (Bahrain), y por qué no, con los españoles del Cofidis Jesús Herrada e Ion Izagirre para luchar por alguna etapa.
El ciclismo español también estará representado por dos de los equipos invitados a la ronda, el Euskaltel Euskadi y el Kern Pharma, ambos con el objetivo de buscar protagonismo en cada etapa y soñar con algún triunfo parcial.
Lisboa, que ya dio la salida en 1997, y Madrid, se unirán como principio y final de la 79 edición de la Vuelta. Una crono de 12 km que se lanzará desde el Monasterio de los Jerónimos hasta Oeiras dará inicio a la aventura que tendrá un total de 3.265 kilómetros repartidos en 21 etapas, con dos jornadas de descanso.
Será la quinta vez que la ronda española sale del extranjero, añadiendo Assen (2009), Nimes (2017) y Utrecht (2022).
El menú incluye 2 contrarrelojes individuales, 1 etapa llana, 5 etapas de media montaña, 8 etapas de montaña y 5 onduladas. En total 9 de ellas terminarán en alto, lo que indica que los escaladores tendrán más opciones que nadie.
La Vuelta transitara por Portugal las dos etapas siguientes en línea, con metas en Ourém y Castelo Branco, ambas propicias para el esprint. Así la ronda se despedirá del país vecino para acceder a territorio español.
El primer examen para los favoritos espera en Extremadura con el Pico de Villuercas, esta vez más complicado con 3 km que incluyen rampas del 16 por ciento. Jornada con 4 puertos, entre ellos el Piornal. De ahí seguirá la aventura hacia Andalucía, con una quinta etapa que apuesta por el esprint en Sevilla. Uno de los pocos regalos para los velocistas.
Entre Jerez de la Frontera y Yunquera, cima malagueña inédita, de tercera categoría, puede haber sorpresas. Después el pelotón se cita en Córdoba, con el alto del 14 por ciento cerca de meta como aliciente.
Y el sector andaluz se cierra con las etapas entre Úbeda y Cazorla, con final elevado, y la clave entre Motril, en la costa, y Granada, tras superar El Purche y el Hazallanas en 2 ocasiones. La general habrá tomado cierto color coincidiendo con el traslado hasta Galicia y el primer día de descanso.
En la segunda semana Galicia ofrece montaña y una "clásica" interesante con final en Padrón con 4 cotas puntuables, para seguir con 2 jornadas con metas en alto: Cabeza de Manzaneda (1a) y Ancares (1a), por la inédita vertiente leonesa, de 7,7 k, los últimos 5,5 km a una media del 12 por ciento de desnivel.
Asturias no dejará indiferente a nadie. Esperan las metas elevadas del Cuitu Negru y Lagos de Covadonga. La primera de ellas con un auténtico coloso que presenta rampas de hasta el 23%, donde se batirán los hombres de la general.
La última semana puede guardar múltiples sorpresas. Nada estará decidido, y esperan etapas de máximo interés. Tras el descanso en Asturias cita con los Lagos de Covadonga en la etapa 16. La Collada Llomena y el Mirador del Fito serán los pasos previos de montaña.
Dos etapas en Santander y Maeztu (Álava), en el Parque Natural de Izki, pueden ser las más suaves dentro de una semana crucial. Y es que el fin de semana será explosivo. El último viernes etapa llana con ascenso final en el Alto de Moncalvillo, con pendientes superiores al 10 por ciento.
El sábado 7 puertos en el recorrido. El Puerto de Estacas de Trueba, el Portillo de Lunada, La Sía y el Alto de Los Tornos sumarán dureza en una jornada que tendrá su guinda final en el Picón Blanco, el juez final de la carrera. La general quedará perfilada.
Si el podio necesita alguna aclaración, la crono de 22 km entre la Ciudad de Telefónica y su sede histórica de Gran Vía 28, fijará la foto final. La Cibeles recibirá con honores al maillot rojo de la Vuelta 2024.
Carlos de Torres