San Salvador, 15 ago (EFE).- Católicos salvadoreños celebraron este jueves el 107 aniversario del natalicio de san Óscar Arnulfo Romero, obispo asesinado en 1980 por un francotirador que formaba parte de un escuadrón de la muerte del Ejército, fecha en la que recordaron el legado del religioso llamado 'la voz de los sin voz'.
Los feligreses llenaron de flores la tumba de Romero, ubicada en la cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador, en el centro de la capital, le dedicaron algunos cánticos religioso y populares y elevaron plegarias.
La celebración por el natalicio del religioso también incluyó la partida de un pastel (torta) de cumpleaños y una misa en su honor.
La organización de derecho humanos Tutela Legal 'María Julia Hernández' recordó a Romero como un "defensor y luchador incansable".
"Este día conmemoramos el 107 aniversario del natalicio de nuestro Santo, profeta y mártir, Monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, defensor y luchador incansable contra las graves violaciones a los DDHH y pilar fundamental de la paz y justicia social de nuestro país", escribió la organización en un mensaje en X.
El CNDH México, un organismo autónomo que protege, promueve, estudia y divulga los derechos humanos de todas las personas en el país norteamericano, señaló que "Romero denunció numerosas violaciones a los derechos humanos y manifestó en público su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país".
Romero fue asesinado por un francotirador el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba una misa en la pequeña capilla del hospital de cáncer La Divina Providencia, en San Salvador.
El santo salvadoreño se pronunciaba contra la violencia y las violaciones de los derechos humanos en los años previos a la guerra civil, con lo que se alzó como un referente en la defensa de los más vulnerables.
El Informe de la Comisión de la Verdad de la ONU de 1993 señaló como el responsable de dar la orden de asesinar a Romero al mayor Roberto D'Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), partido del que fue diputado y candidato presidencial.
Dicho documento también apunta que en la planificación y ejecución del asesinato participaron los capitanes Álvaro Saravia y Eduardo Ávila, así como Fernando Sagrera y Mario Molina, entre otros.
La anulación de una ley de amnistía de 1993 por un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de 2016 permitió la reapertura de este caso y de los procesos por la masacre de unos 1.000 campesinos en El Mozote (1981) y de seis sacerdotes jesuitas (1989), aunque con avances lentos y sin resoluciones aún.
Romero fue canonizado en Roma el 14 de octubre de 2018 ante miles de personas, después de que el papa Francisco firmara meses antes un decreto que reconoce el milagro atribuido al religioso.
El religioso ya había sido beatificado en mayo de 2015 en una multitudinaria misa.