Un estudio efectuado en España, Suiza y Francia mide la amenaza a los bosques por el calor

Ginebra, 13 ago (EFE).- Las olas de calor cada vez más frecuentes y extremas amenazan de muerte a los bosques, cuyas especies están actualmente experimentando condiciones que exceden sus márgenes de seguridad, lo que podría tener consecuencias fatales, según un estudio realizado por varios investigadores suizos.

La investigación, organizada por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), observó al sobrevolar con drones dotados de cámaras termográficas los bosques de Suiza, Francia y España en días calurosos que a partir de los 50 ºC es probable que algunas especies puedan experimentar marchitamiento prematuro y, en casos extremos, la muerte.

Los resultados, que se han publicado en la revista especializada "Global Change Biology", sugieren que los robles son los árboles que pueden soportar las temperaturas más altas, de hasta 51 y 53 ºC en Francia y España, respectivamente, y de hasta 59 ºC en Suiza.

"Su estructura con agujas finas y ramas dispersas evita que se alcancen temperaturas tan altas en el interior de la copa", indicó Charlotte Grossiord, ecóloga forestal y responsable del estudio.

Además de la prueba con drones, los científicos también midieron la fotosíntesis y la pérdida de agua en las hojas de las ramas de las copas de robles albares del Jura, en el cantón suizo de Basilea-Campiña, de las encinas en Francia y de las coscojas en España.

A raíz de esto, los expertos observaron que los árboles de hoja caduca como los robles, a pesar de su resistencia, serán también los que más sufran conforme las olas de calor se vayan haciendo más frecuentes.

Esto ya se observó en Suiza en el verano de 2018, cuando numerosas hayas se marchitaron en suelos con poca capacidad de almacenamiento de agua, de acuerdo con el estudio.

Según Grossiord, estos hallazgos demuestran la utilidad de los drones o satélites para detectar señales tempranas de estrés térmico en los bosques.

En la actualidad ya se utilizan de teledetección para evitar el sobrecalentamiento de las plantas como, por ejemplo, cámaras infrarrojas que registran la temperatura de la superficie de los campos para determinar las necesidades de riego de los cultivos.