El piragüismo adelanta a la vela en el medallero olímpico en los Juegos del atletismo

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El piragüismo salió de los Juegos de París como el deporte con más medallas en la historia olímpica española, por delante de la vela, aunque seguramente el gran protagonista de la cita fue un atletismo que rayó a un gran nivel en la capital francesa. Antes del inicio del evento, la vela dominaba el palmarés con 21 metales, 13 oros, 5 platas y 3 bronces, uno más que el piragüismo, que aglutina las modalidades de esprint y eslalon, con 5 de oro, 10 de plata y otras 5 preseas de bronce. Por detrás de ellos partía un atletismo que se colocó como el tercer deporte con dos decenas de metales, con 5 oros, 6 platas y 9 bronces, siendo el único que logró poner a dos deportistas, en su caso tres, escuchando el himno español. Y es que seguramente el atletismo vivió sus mejores Juegos desde los exitosos de Barcelona'92, donde también conquistó cuatro medallas de las 22 totales, con los oros de Daniel Plaza y Fermín Cacho, la plata de Antonio Peñalver y el bronce Javier García Chico. A París llegaba seguramente con la previsión más optimista de sacar cinco y se quedó cerca porque probablemente pudo faltar la de Ana Peleteiro en el triple salto de longitud. Pero aparte de la gallega, el resto de nombres que se señalaban al principio como firmes aspirantes cumplió. El también saltador Jordan Díaz, en su segunda competición con España, se llevó el oro en el triple salto como había hecho meses antes en su debut con la selección en el Europeo de Roma. El éxito del hispano-cubano fue el único en el estadio porque los otros tres llegaron en el asfalto y gracias a la siempre prolífica marcha, uno de ellos oro, el cuarto de esta modalidad a nivel olímpico gracias al relevo mixto de María Pérez y Álvaro Martín. La andaluza ya había sido medalla de plata en los 20 kilómetros y el extremeño, bronce, pero juntos fueron imparables y unieron sus nombres a los de los mencionados Plaza y Cacho en 1992 y a Ruth Beitia, campeona olímpica de altura en Rio 2016. Con cinco oros en su haber, el atletismo alcanza al piragüismo y al ciclismo como segundo deporte con más metales dorados de la historia del olimpismo español, lejos, eso sí, de la vela (14). Los dos acabaron con la sequía olímpica de la marcha, que no ganaba un metal desde la plata de 'Paquillo' Fernández en Atenas 2004 y consiguieron el octavo en total para su disciplina que también tiene la plata de Jordi Llopart en 50 kms marcha en Moscú'80 y los bronces de Valentín Massana, en 50 en Atlanta'96, y de María Vasco, en 20 en Sydney 2000. El atletismo español fue el quinto en el medallero de este deporte y sólo superado a nivel europeo por Países Bajos. Además, metió a nueve finalistas y se marchó de París con los récords de España de Marta Pérez en 1.500 (3:57.75) y de Thierry Ndikumwenayo en 10.000 (26:49.49). EL PIRAGÜISMO CONFIRMA SU 'SORPASSO' A LA VELA En cuanto a la 'batalla' entre la vela y el piragüismo, este último salió ganador después de unos Juegos donde sacó tres medallas, todas ellas de bronce, una en eslalon y dos en esprint, aunque las expectativas quizá eran algo más altas por la fortaleza del equipo. En los tres últimos Juegos, el piragüismo ha sumado 10 medallas por las dos de la vela. Pau Echaniz, con un sorprendente y meritorio bronce en K1, fue el que abrió el medallero del piragüismo, que tenía sus miradas sobre todo en la otra modalidad, aunque finalmente sólo pudo llevarse los bronces del K4 500 de Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo, que permitió el desempate entre el ilerdense, ganador de su sexto metal olímpico, y David Cal, y del C2 500 de Diego Domínguez y Joan Antoni Moreno. El K2 500 de Cooper y Adrián del Río y el C1 200 de Antía Jácome fueron cuartos y los que más cerca estuvieron de haber sumado más éxitos y haber igualado al menos las cuatro de las que se marchó de Tokyo 2020 gracias a las platas de Teresa Portela en K1 200, el mencionado K4 500 masculino y Maialen Chourraut. En Rio 2016, en cambio, tres oros (Craviotto-Toro, Cooper y Chourraut) y un bronce (Craviotto) le convirtieron en el gran protagonista. De todos modos, el piragüismo confirmó el 'sorpasso' sobre la vela, que únicamente pudo sumar una medalla en las aguas de Marsella pese a llevar también un equipo de potencial. Florian Trittel y Diego Botín hicieron gala de su favoritismo y se llevaron el oro, el primero de la delegación española, al dominar la clase 49er. Fue el decimocuarto metal dorado olímpico de este deporte tras los de Alejandro Abascal-Miguel Noguer (Flying Dutchman en 1980), Luis Doreste- Roberto Molina (470 en 1984), José Luis Doreste (Finn en 1988), José María van der Ploeg (Finn en 1992); Luis Doreste-Domingo Manríquez (Flying Dutchman en 1992), Jordi Calafat-Kiko Sánchez Luna (470 en 1992), Theresa Zabell-Patricia Guerra (470 en 1992), Theresa Zabell-Begoña Vía-Dufresne (470 1996), Fernando León-José Luis Ballester (Tornado 1996), Iker Martínez-Xabi Fernández (49er en 2004), Fernando Echávarri-Antón Paz (Tornado en 2008), Marina Alabau (RS:X en 2012) y Támara Echegoyen-Ángela Pumariega-Sofía Toro (Elliott 6m en 2012). El 49er fue finalmente la única alegría porque la otra gran baza, el 470 mixto de Nora Brugman y Jordi Xammar perdió en la 'Medal Race' la única medalla que les faltaba tras un sensacional ciclo olímpico y un gran 2024 en el que habían sido ya campeones del mundo y de Europa. Ningún representante más ni siquiera pudo entrar en sus 'Medal Race'. Además del atletismo y el piragüismo, sólo otros dos deportes ganaron más de una medalla para España en Paris 2024. El boxeo aportó la plata de Ayoub Ghadfa en +92 kilos y el bronce Enmanuel Reyes en -92 kilos, mientras que el tenis también dio una plata con Carlos Alcaraz y un bronce con la dupla Sara Sorribes-Cristina Bucsa para afianzarse como quinto mejor deporte de la historia con 15 preseas, a uno del ciclismo que no se marchó de vacío.

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