El velocista estadounidense Noah Lyles ha conquistado este domingo en los Juegos Olímpicos de París (Francia) la medalla de oro de los 100 metros lisos masculinos, mientras que la saltadora ucraniana Yaroslava Mahuchikh también ha cumplido con su favoritismo dorado al vencer en la final femenina del salto de altura. La carrera por proclamarse rey de la velocidad puso el colofón a esta jornada en el Stade de France. Y el principal candidato a la gloria no decepcionó, si bien sufrió, pues Lyles se colgó el ansiado oro gracias a la 'photo finish'. Pese a hacer 9.79 tanto él como el jamaicano Kishane Thompson, las milésimas desempataron en favor del estadounidense. El bronce fue para el también estadounidense Fred Kerley, con una marca de 9.81 en la línea de meta, y la medalla de 'chocolate' se la apuntó el sudafricano Akani Simbine, con 9.82. Todos ellos concluyeron por delante de quien defendía el oro conseguido hace tres años de modo algo sorprendente en Tokio, el italiano Lamont Marcell Jacobs. Sus 9.85 le valieron al menos para ser quinto, mejorando una sesión vespertina que le había provocado un mal trago durante las semifinales, ronda que había salvado por tiempos con 'q' minúscula. Mayor decepción fue el octavo puesto en la final (9.91) del otro jamaicano, Oblique Seville. El espectáculo de luces que hubo en los prolegómenos de esta carrera ensombreció, paradójicamente, el desenlace de la final masculina del lanzamiento de martillo. El canadiense Ethan Katzberg puso el título carísimo con su primer intento; alcanzó los 84,12 metros, cifra que ya nunca se movió de la primera posición en todo el concurso. La plata fue para el húngaro Bence Halász, con un mejor tiro de 79,97 m en su tercer turno, y el bronce se lo colgó el ucraniano Mykhaylo Kokhan, con un mejor lanzamiento de 79,39 m en su segunda intentona; fuera del podio se quedó, con 79,18 m, el noruego Eivind Henriksen. El otro podio de la tarde se vio en la altura femenina. Yaroslava Mahuchikh hizo buena su condición de favorita y, con 2,00 metros como salto máximo, fue campeona con autoridad. Aunque la australiana Nicola Olyslagers peleó bastante y superó la barra a idéntica distancia del suelo, ganó la plata por haber acumulado más nulos en su estadística. La también ucraniana Iryna Gerashchenko y otra australiana, Eleanor Patterson, compartieron el bronce por su empate con el listón a 1,95 metros. Al mismo tiempo que ellas acaparaban focos en la zona de los concursos, sobre el tartán se vivieron escasas sorpresas. Eso sí, la acción en Saint-Denis había empezado con la ausencia de Steven Gardiner en la cuarta serie preliminar de los 400 metros lisos. No en vano, el bahameño es aún el vigente campeón olímpico de esta prueba, pero por supuesto ya no podrá defender dicho título. Sin él sobre la pista, pasaron de ronda hombres importantes de esta prueba como el estadounidense Michael Norman (44.10), su compatriota Quincy Hall (44.28) y el veterano granadino Kirani James (44.78). Tampoco fallaron figuras como el noruego Jakob Ingebrigtsen, parando el reloj en 3:32.38 durante las semifinales los 1.500 metros masculinos, ni la británica Keely Hodgkinson, con un registro en meta de 1:56.86 para ganar la tercera y última semifinal de los 800 metros femeninos.