Rostyslav Averchuk
Leópolis (Ucrania), 5 ago (EFE).- Las declaraciones de los activistas rusos liberados en el intercambio con Occidente, y su llamamiento a debilitar las sanciones causan consternación en el país invadido y subrayan la brecha abierta entre los ucranianos y gran parte de la oposición rusa en cuanto a cómo ven las causas subyacentes de la guerra y los medios necesarios para ponerle fin.
Las sanciones contra Rusia son "injustas y contraproducentes", declaró el periodista y político opositor Vladímir Kara-Murzá en una rueda de prensa tras el intercambio en la ciudad alemana de Bonn.
"Tiendan la mano, tal vez, hagan menos presión sobre la gente, porque hay cosas fáciles que se pueden hacer como visados para estudiantes, y dar a los rusos la posibilidad de ver que aquí no hay enemigos como dice la televisión en Rusia, sino que aquí hay gente que ayuda a personas a sobrevivir", dijo a su vez el opositor Andréi Pivovárov, exdirector del movimiento Rusia Abierta.
Muchos ucranianos han estado trabajando duro para poner en marcha las sanciones y es "descorazonador" para ellos escuchar esto de los rusos liberados, que experimentaron la crueldad de su régimen, escribió en sus redes sociales Valeria Voshchevska, activista ucraniana de derechos humanos.
"Los rusos desperdiciaron otra oportunidad de crear un frente común anti-Putin con los ucranianos", subrayó también el analista político germano-ucraniano Andreas Umland, resumiendo la opinión compartida por muchos en Ucrania.
Umland consideró "inepto" que los políticos sólo trataran la guerra de su país contra Ucrania como algo "secundario" y lanzaran "un extraño" llamamiento para que se reduzcan las sanciones occidentales.
"El problema de todos estos opositores rusos liberados es que no entienden realmente su propio país", opina el analista político ucraniano Vitali Portnikov.
Las sanciones globales dirigidas a los fundamentos mismos de la economía rusa son mucho más peligrosas para el régimen de Putin de lo que podrían serlo las sanciones personales, subraya en un comentario en vídeo.
Cualquier dólar adicional que Rusia obtiene cuando se eluden o debilitan las sanciones va directamente a financiar la guerra, prolongándola y matando a más de los mismos rusos que Kara-Murzá quiere proteger, subraya Timofi Milovanov, exministro de Economía.
Sin embargo, nadie habla tanto de levantar las sanciones como la oposición anti-Putin, opina también Yulia Pavitska, responsable de análisis de sanciones del Instituto KSE.
Pavitska declaró anteriormente a EFE que las sanciones contra Rusia están funcionando, aunque es necesario reforzarlas. Según el Instituto KSE, las sanciones al petróleo ruso le costaron al Kremlin una importante suma, 71.500 millones de euros, entre diciembre de 2022 y junio de 2024.
Las sanciones también podrían ayudar a más rusos a darse cuenta de que han estado haciendo "algo mal" en Ucrania, dijo a EFE Julia Kazdobina, investigadora del Centro de Investigación Prisma Ucraniano.
Los constantes intentos de trasladar la responsabilidad de esta guerra exclusivamente a Putin también parecen "extraños", subraya Oleksandra Matviichuk, Nobel de la Paz de 2022.
"No es Putin quien mata, tortura y viola a civiles en Ucrania. Son los rusos de a pie quienes cometen estas atrocidades", escribe en sus redes sociales.
Ni la oposición política rusa ni los "rusos de a pie" han abandonado su visión imperialista de Ucrania, opina a su vez Mariam Naiem, culturóloga.
La continua insistencia de muchos en Rusia en conquistar Ucrania o dictar lo que debe hacer en sus asuntos internos es un reflejo de esta mentalidad imperialista, que perdura tras siglos de esfuerzos por subyugar a Ucrania, sostienen Naiem y muchos otros.
Reconocer y descartar públicamente tales opiniones, así como ayudar a las voces ucranianas en el extranjero, sería un paso clave que la oposición rusa podría dar para ganarse la confianza de los ucranianos, subraya.
Aunque las críticas están justificadas, Ucrania debería seguir colaborando con los liberales rusos de forma pragmática en aras de sacar del poder al enemigo común, Putin, enfatiza, sin embargo, Milovanov.
Muchos rusos están ayudando a Ucrania, incluso arriesgando sus vidas, escribe.
La oposición rusa anti-Putin también está presente en Ucrania, donde algunos, como Alexander Kudashev, un activista ecológico de Samara, se han unido a unidades armadas anti-Putin.
Sólo la destitución de Putin garantizaría la seguridad a Ucrania y la lucha armada sigue siendo la única vía viable para lograrlo, declaró a EFE tras llegar a Ucrania el pasado verano. EFE
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