Israel ha afirmado que Australia omitió "detalles cruciales" en su informe tras una investigación interna en la que señalaba que el Ejército israelí había incurrido en "fallos graves" e incluso en "incumplimiento" de sus propios procedimientos a la hora de llevar a cabo operaciones como la que tuvo lugar en abril y que se saldó con la muerte de varios cooperantes de la ONG World Central Kitchen (WCK), entre ellos una ciudadana con nacionalidad australiana. La declaración del Gobierno australiano, ha indicado la Embajada de Israel en Canberra a través de un comunicado publicado en su perfil de la red social X, incluye "algunas tergiversaciones y omite detalles cruciales", como el "grado de cooperación y apertura" mostrado por las Fuerzas de Defensa de Israel, y "con respecto a ciertos aspectos del trágico incidente en sí". La legación diplomática ha asegurado que el Gobierno "toma con la máxima seriedad el grave incidente" y ha hecho hincapié en que "las FDI han asumido la plena responsabilidad por los graves errores que llevaron al trágico incidente", recordando que despidieron a dos militares de sus puestos y reprendieron a otros tres. También ha señalado que el Ejército se puso en contacto con el fiscal militar para darle acceso a "todas las áreas solicitadas" con el fin de "contribuir a que el pueblo australiano comprendiera cómo ocurrió este incidente y cómo se ha investigado". Por otro lado, ha señalado que "tras el incidente se tomaron varias medidas para mejorar aún más la coordinación entre las organizaciones de ayuda humanitaria y las FDI, modificando y redefiniendo las órdenes y procedimientos operativos para minimizar el riesgo de que se repitan esos errores". Las autoridades australianas apuntaron recientemente a que las fuerzas de Israel han estado incurriendo en "identificaciones erróneas" y decisiones "poco sólidas" a la hora de llevar a cabo este tipo de bombardeos, que se enmarcan en su ofensiva contra la Franja de Gaza, que ha dejado ya casi 39.600 muertos desde el 7 de octubre. Los trabajadores de WCK se encontraban en la Franja en plena misión humanitaria, en colaboración con la ONG Open Arms, para establecer un corredor humanitario marítimo entre Chipre y Gaza y sortear así las enormes trabas impuestas por Israel para la entrega de ayuda por vía terrestre. Los fallecidos tenían nacionalidad británica, polaca, australiana, palestina y estadounidense-canadiense.