El jefe de DDHH de la ONU dice que "la impactante violencia" en Bangladesh "debe cesar"

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El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha afirmado este domingo que la "impactante violencia" en Bangladesh, que ha dejado un centenar de muertos durante la jornada en el marco de una protestas que comenzaron a principios del mes pasado contra un ya suspendido sistema de cuotas laborales, "debe cesar". "Con una marcha masiva en Daca (la capital) prevista para mañana, y una contramanifestación del ala juvenil del partido gobernante, me preocupa profundamente que se produzcan más pérdidas de vidas humanas y una mayor destrucción", ha indicado antes de hacer un llamamiento "urgente" a los dirigentes políticos y fuerzas de seguridad para proteger el derecho a la vida y la libertad de reunión pacífica. El Gobierno "debe dejar de atacar a quienes participan pacíficamente en las protestas, liberar de inmediato a los detenidos arbitrariamente, restablecer el pleno acceso a Internet y crear las condiciones para un diálogo significativo". También "deben cesar de inmediato los continuos esfuerzos por reprimir el descontento popular, incluso mediante el uso excesivo de la fuerza y la difusión deliberada de desinformación e incitación a la violencia". Turk ha indicado que es "crucial que rindan cuentas por las violaciones de Derechos Humanos, incluso quienes tienen responsabilidad de mando y superioridad". Así, ha pedido a la comunidad internacional que "deje claro" que "no habrá impunidad", según reza un comunicado publicado en su página web. Al menos 93 personas han muerto, entre ellas 14 policías, y cientos han resultado heridas desde primera hora de este domingo por la reanudación de los disturbios en varios puntos de Bangladesh. La mayoría de comercios, sucursales bancarias y otros establecimientos han permanecido cerrados en la capital y el transporte público ha desaparecido de las calles. Las protestas han dejado de dirigirse al sistema de cuotas, uno que dedicaba hasta un 30 por ciento de plazas a descendientes de combatientes de la guerra de la Independencia; criterio que para los estudiantes suponía un acto de discriminación, para acabar centradas en la figura de la primera ministra del país, la histórica Sheij Hasina, y denunciar una represión policial que dejó entre 147 y más de 200 muertos, según gobierno y activistas) durante las manifestaciones del mes pasado. Hasina se ha ofrecido a hablar con los manifestantes pero los organizadores de las protestas han rechazado su oferta y exigen en su lugar que se disculpe públicamente, castigue a los responsables de la represión y cese a varios ministros. No obstante, la primera ministra ha acusado a "grupos terroristas" infiltrados entre los estudiantes de los disturbios que se están extendiendo de nuevo por todo el país. Por su parte, uno de los rostros más visibles de las protestas, el coordinador del Movimiento Estudiantil contra la Discriminación, Nahid Islam, ha avisado de la posibilidad de que se hagan con armas de fuego para defenderse de la represión policial y para que el Gobierno cumpla con sus exigencias.

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