Al menos un muerto en un bombardeo israelí contra una motocicleta en el sur del Líbano

Beirut, 5 ago (EFE).- Al menos una persona murió y otras dos resultaron heridas este lunes, entre ellas una embarazada, por el bombardeo de un dron israelí contra una motocicleta que circulaba por el área de Ebba, en el sur del Líbano, en el segundo ataque mortal en la región en lo que va de jornada.

El Ministerio de Salud Pública del Líbano informó en un comunicado del fallecimiento de una persona y agregó que otras dos tuvieron que ser trasladadas a hospitales de la zona, incluida una mujer encinta que se encontraba en las inmediaciones del lugar y que sufrió un aborto a consecuencia de la acción.

Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), la motocicleta fue alcanzada por un avión no tripulado cuando viajaba por una carretera entre las localidades meridionales de Jibchit y Abbe, más alejada de la frontera de facto con Israel donde se concentra el grueso del fuego cruzado.

Por el momento se desconoce la identidad de la víctima mortal o su posible afiliación a algún grupo armado, si bien los bombardeos selectivos israelíes suelen tener como objetivo a miembros destacados de la formación chií Hizbulá o, en menor medida, de otras como la suní Jamaa al Islamiya.

El ataque se produce horas después de que otro dron matara en Mays al Jabal (sur) a un paramédico de la Asociación de Exploradores del Mensaje Islámico, afiliada al grupo chií libanés Amal, y a un combatiente de su aliado Hizbulá.

En los últimos días, diversos países han pedido la salida de sus ciudadanos presentes en el Líbano y varias aerolíneas han cancelado vuelos a Beirut, en medio de crecientes temores a una escalada después de que el pasado martes siete personas murieran en un ataque israelí contra las afueras de la capital.

Oriente Medio está en máxima alerta a la espera de la respuesta que Hizbulá dará a ese bombardeo y de la que Irán ha prometido tras el asesinato del jefe político del grupo islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, el miércoles en Teherán. EFE

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