La Unesco inscribe el eje central de Pekín en la Lista de Patrimonio de la Humanidad

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Nueva Delhi, 27 jul (EFE).- El comité de la Unesco inscribió este sábado el eje central de Pekín, donde se encuentran algunos de los lugares más emblemáticos de la capital china, en su Lista de Patrimonio de la Humanidad.

El registro tuvo lugar hoy durante la reunión anual de la Unesco, que se celebra en Nueva Delhi, por recomendación del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), aunque incluyó varias llamadas de atención por las "presiones de desarrollo" que enfrentan algunas secciones del eje.

Según los criterios de la Unesco, el eje es considerado de valor universal por "aportar un testimonio excepcional de una civilización viva o desaparecida" y por ser "un conjunto arquitectónico que ilustra (una) etapa significativa de la historia humana".

El eje central de Pekín es un recorrido urbano de 7,8 kilómetros que conecta algunos de los monumentos más representativos de la capital china, entre los que destacan el Templo del Cielo, la Ciudad Prohibida y las Torres del Tambor y la Campana.

El eje, cuyos orígenes se remontan 700 años, hasta la dinastía Yuan, es todavía un componente importante en la planificación urbana de la capital china.

La línea, que recorre de norte a sur el centro antiguo pequinés, conecta lugares ya clasificados como Patrimonio de la Humanidad, si bien expertos chinos han subrayado la importancia de reconocer el eje en su totalidad, ya que refleja las filosofías de la arquitectura y la cultura de la antigua China.

Las autoridades chinas anunciaron en 2022 que presentarían la candidatura del eje central de Pekín para ser reconocido como Patrimonio Mundial en 2024, adelantando así la fecha prevista de la solicitud, que estaba prevista para 2035

Sin embargo, los trabajos para su inclusión en la lista comenzaron ya en 2011, cuando arrancaron numerosos proyectos de restauración de los monumentos a lo largo del eje.

La entrada del eje en la lista del Patrimonio de la Humanidad se produce en un momento en el que China trata de atraer turistas internacionales a su territorio tras el cierre total del país al turismo durante la pandemia, esfuerzos que incluyen la retirada del requisito de visado para visitas inferiores a 15 días para ciudadanos de numerosos países europeos, entre ellos España.

Este es el tercer bien ubicado en China que ingresa en el listado de la Unesco este año, tras los santuarios de aves migratorias en el litoral del Mar Amarillo y del Golfo de Bohai, y el desierto de Badain Jaran, el tercer mayor del país.

Así, China pasa a contar con 59 bienes Patrimonio de la Humanidad, cifra que lo ubica como el país con más lugares en el listado de la Unesco, junto a Italia. No obstante, el país europeo podría ver aumentado ese número si la Unesco vota, entre hoy y mañana, a favor de inscribir la Vía Apia. EFE

pk-hbc/ah

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