Un informe halla profundas deficiencias en el órgano supervisor de la Sanidad británica

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Londres, 26 jul (EFE).- La Comisión de Calidad de la Atención (CQC, en inglés), el organismo que supervisa la Sanidad pública británica, tiene "importantes fallos internos", que han puesto en peligro su capacidad de controlar las instituciones de salud y de atención social.

Esa es la conclusión de un informe independiente llevado a cabo por la doctora Penny Dash, que ha descubierto que la capacidad de la CQC de identificar problemas en hospitales, centros de salud y residencias se ve impedido por sus propias deficiencias.

Entre los problemas que halló la revisión se mencionan los bajos niveles de inspección, la falta de conocimientos clínicos de su personal, la incoherencia de sus análisis y problemas tecnológicos.

Por ello, concluye que el organismo no puede juzgar de forma efectiva la calidad de los servicios sanitarios y de dependencia.

El nuevo ministro de Sanidad, el laborista Wes Streeting, se declaró "impactado" por los resultados del informe y consideró que la CQC no se adecua a los fines que persigue.

"Me ha impactado el nivel de los fallos de la institución que supuestamente debe identificar y actuar sobre esos errores", dijo Streeting a la BBC.

El nuevo ministro de Sanidad explicó que había ordenador la publicación de ese informe provisional para que "se puedan adoptar acciones inmediatamente". EFE

er/ja/rml

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