Óscar Maya Belchí
Burdeos, 26 jul (EFE).- El apellido ‘De la Fuente’ es de sobra conocido en España y en el mundo del fútbol. El éxito de Luis, llevando a la selección absoluta a ganar la Eurocopa, lo puso en el mapa global. Y ahora, semanas después del éxito de Luis, su hijo, Alberto, persigue, como técnico analista de la selección olímpica en París 2024, el oro que su padre no pudo conseguir en Tokio 2020.
Un Alberto de la Fuente que recuerda, en una entrevista con EFE desde Burdeos en plena disputa de los Juegos Olímpicos, cómo sus primeros recuerdos siempre le llevan a un balón y a un estadio de fútbol.
“Desde que tengo recuerdos le acompañaba a ver entrenamientos suyos. Me acuerdo de que en Portugalete me llevaba a la grada a ver entrenamientos… Desde que tengo uso de razón, es fútbol”, rememora en EFE.
Una pasión por el fútbol que decidió convertir en su profesión. Con la titulación de entrenador, pero enfocado desde sus primeros trabajos en la parte analítica.
“Me saqué las titulaciones de entrenador. Estuve trabajando en Bilbao, en Kimet Sport, una asesoría metodológica deportiva en la que trabajamos con diferentes clubes como Osasuna, Eibar, etc… Y a través de una relación con el Huesca y unas reuniones con ellos, surgió la posibilidad de entrar ahí como responsable de metodología de las categorías inferiores. No me lo pensé mucho, fue una oportunidad muy buena”, asegura.
Un trabajo en el Huesca que no pasó desapercibido para uno de los entrenadores de moda en el fútbol español, Michel Sánchez, quien, cuando llegó al club en 2019, se fijó en Alberto de la Fuente para engrosar la nómina de analistas del primer equipo.
“Michel es un currante. A nivel personal es fantástico y a nivel profesional es currante e inquieto. Siempre está buscando darle una vuelta a todo. Tiene mucha capacidad a la hora de ver, entender e interpretar las situaciones del juego que se dan durante el partido. Eso, unido al gran trabajo que hace y lo constante que es, da el resultado que da”, comenta sobre el actual técnico del Girona.
Un Luis de la Fuente que ya en junio de 2022 se incorporó a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y que en París 2024 ejerce de técnico analista.
“Estoy centrado en el análisis de los rivales. Me encargo antes de la concentración de hacer un seguimiento a los rivales, junto a un compañero, David Tenorio, que está trabajando a distancia. Y ahora, con la competición empezada, es ir viendo los partidos que se van jugando y completar la información que ya teníamos. Todos los datos los ponemos en común con el cuerpo técnico para hacer un último filtrado antes de dárselo al jugador”, explica sobre su trabajo.
“La información a nivel táctico y colectivo es la que transmite el míster. Y luego algunos jugadores te piden que les muestres algo a nivel individual un poco antes, otros ya sabiendo la alineación… Nos adaptamos a lo que demanda el jugador, también dándole la información de palabra en vez de en forma visual…”, añade.
“Nuestro objetivo es tratar de ayudar. Hay muy poco tiempo para trabajar sobre el campo, por lo que tratamos de filtrar la información al jugador de la manera más sencilla y fácil de asimilar”, completa.
El objetivo de Alberto De la Fuente es que “al jugador le sorprenda lo menos posible el rival” y, por ello, el ordenador y sus vídeos son su día a día, en los entrenamientos, hoteles e incluso en los desplazamientos entre sede y sede.
Luis de la Fuente logró la plata olímpica en Tokio. Al reciente ganador de la Liga de Naciones y la Eurocopa se le escapó el oro olímpico en la prórroga, en una medalla que tres años después persigue su hijo.
“Hablamos de ello. Ojalá consigamos el oro. Estos chicos se lo merecen. Están trabajando muchísimo y son fantásticas personas. Ojalá el fútbol les premie con un oro. Y ser partícipe de eso, desde mi parcela, me daría mucha alegría”, asegura.
Un Alberto que reconoce que “le ha hecho la broma” y “apretado un poco” a su padre al respecto de que él sí va a conseguir la medalla de oro.
Además, en una entrevista con EFE, rememora cómo vivieron en su familia el gran éxito de Luis en la Eurocopa.
“Fue un cúmulo de emociones. De alegría, obviamente, pero también de mucha tensión porque él se lo ha currado mucho. Desde el Portugalete, pasando por clubes más humildes, categorías inferiores del Sevilla, Athletic… Que le haya llegado la oportunidad y que todo el trabajo suyo y de su cuerpo técnico vaya teniendo resultado y recompensa siempre es un motivo de alegría. Y con todo lo que representa. Ganando con España una Liga de Naciones y una Eurocopa, dándole más emoción aún porque es mi padre”, asegura. EFE
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