Bamako, 26 jul (EFE).- Al menos dos militares malienses murieron este jueves y otros 10 resultaron heridos en los continuos enfrentamientos con los secesionistas norteños cerca de la localidad septentrional de Tinzaouatene, fronteriza con Argelia, informó este viernes en un comunicado el Ejército maliense.
Asimismo, añadió que cuatro de sus vehículos militares, de ellos dos blindados, fueron destruidos durante estos choques con los combatientes del Marco Estratégico Permanente (CSP), que ejerce la autoridad de facto en amplias zonas del norte del país y controla Tinzaouatene.
Agregó que una veintena de integrantes del CSP, que calificó de terroristas, murieron durante los combates.
Recordó que las hostilidades se reanudaron este viernes con dos "ataques quirúrgicos" contra posiciones enemigas, sin dar más detalles.
Por otra parte, el CSP aseguró en un comunicado que, durante estos choques, las fuerzas malienses y los mercenarios del grupo ruso Wagner sufrieron "enormes pérdidas" en vidas humanas y materiales, incluyendo vehículos blindados destruidos.
Señaló que las fuerzas del CSP derribaron un helicóptero del Ejército maliense en la ciudad norteña de Kidal. Una fuente de seguridad maliense contactada por EFE reconoció el incidente y afirmó que los tres miembros de la tripulación que estaban a bordo del helicóptero salieron ilesos.
El Ejército maliense, apoyado por los mercenarios del grupo ruso Wagner, atacó este viernes la localidad de Tinzaouatene, controlada por los secesionistas norteños y que alberga a miles de desplazados, lo que provocó duros enfrentamientos con los rebeldes.
La ciudad de Tinzaouatene es considerada como el último refugio de decenas de miles de desplazados que huyeron en los últimos dos años de las hostilidades en el norte del país, conocido como el Azawad.
El pasado lunes, las tropas malienses tomaron el control de la localidad de In-Afarak, situada a unos 300 kilómetros al noroeste de Tinzaouatene, en la región norteña de Kidal y también fronteriza con Argelia.
Este país de la inestable región del Sahel, gobernado por una junta militar golpista desde 2020, es escenario de ataques terroristas continuos perpetrados por el Estado Islámico (EI) y la filial local de Al Qaeda, denominada el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GAIM).
En los últimos meses, reacciones imprecisas e indiscriminadas del Ejército maliense, apoyado por los mercenarios del grupo ruso Wagner, han provocado además masacres en las filas de civiles denunciadas por instituciones como la ONU.
Entre mayo de 2023 y el mismo mes de este año murieron 4.394 personas en Mali en eventos violentos protagonizados por grupos no estatales y otras 2.277 a manos de fuerzas estatales, según la plataforma 'Armed Conflict Location And Event Data Project' (ACLED), que monitoriza la violencia en el mundo. EFE
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