Bangkok, 25 jul (EFE).- Una poderosa guerrilla birmana aseguró este jueves que ha tomado por completo el control de la ciudad de Lashio, en el conflictivo estado Shan y donde el Ejército mantiene su cuartel general para la región nororiental.
El Ejército para la Alianza Democrática de Birmania (MNDAA, siglas en inglés) dijo en X que logró capturar la sede militar esta madrugada y así "liberar completamente" la urbe, con una población estimada de 131.000 habitantes.
Lashio se encontraba asediada por las tropas rebeldes desde hace 23 días, después de que el MNDAA y otras dos poderosas guerrillas -conocidas en conjunto como la Alianza de la Hermandad- dieran por roto un alto el fuego con los militares constreñido a la región del norte de Shan y que llevaba vigente desde enero.
"La acción revolucionaria para liberar a Lashio logró una victoria histórica", subraya el grupo armado de la etnia birmana kokang, cercana geográfica y étnicamente a China.
En un comunicado posterior, el MNDAA estableció una Comisión de Control Militar en la urbe y urgió a los funcionarios, como médicos y maestros, continuar con sus funciones, así como pidió la colaboración activa de las organizaciones de población china.
Medios locales, como Myanmar Time y The Irrawaddy, confirmaron de manera independiente la caída de la ciudad.
La pérdida de Lashio es un duro golpe para la junta militar de Birmania, que tomó el poder mediante el golpe de Estado de febrero de 2021 y que no para de perder terreno en sus combates contra los grupos contrarios a la dictadura castrense.
La Alianza de la Hermandad lanzó en octubre la Operación 1027, en referencia a su fecha de inicio, una ofensiva en la región de Kokang y que luego se extendió por varios puntos del país con el apoyo de otros grupos rebeldes antijunta.
Durante esta fase, la alianza rebelde, conformada también por el Ejército Arakán (AA) y el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang (TNLA), logró arrebatar a los militares varias ciudades fronterizas con China y claves para el comercio bilateral.
A raíz de la mediación de Pekín, en enero, la Alianza y la junta alcanzaron un acuerdo de alto el fuego temporal, que los rebeldes dieron por concluido el 25 de junio al acusar a los militares de violar el pacto al bombardear zonas controladas por los rebeldes.
La alianza rebelde aseguró entonces que retomaba la segunda fase de la Operación 1027 con el objetivo de derrocar al régimen del general golpista Min Aung Hlaing.
El golpe de Estado acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con miles de jóvenes uniéndose a grupos armados que combaten al Ejército.