Madrid, 24 jul (EFE).- Unicef España reclamó este miércoles una solución urgente para la "situación límite" en la que se encuentran los miles de menores de edad migrantes que llegan solos a las islas atlánticas de Canarias, donde los servicios de atención están desbordados.
En un comunicado, la Organización de Naciones Unidas para la Infancia plantea la necesidad de "despolitizar esta emergencia humanitaria" para garantizar los derechos de los menores.
La oposición de conservadores, la extrema derecha y un partido independentista catalán se opusieran el martes, por motivos diferentes, a que el Parlamento tramite una propuesta de la izquierda de reforma legislativa para el reparto obligatorio de esos niños y adolescentes entre todas las regiones españolas.
"Resulta urgente encontrar una fórmula de traslados eficaz, ágil y solidaria, por eso pedimos que las negociaciones sobre la propuesta de reforma de ley cuya tramitación se rechazó ayer se retomen inmediatamente para poder aprobarla lo antes posible, de forma que se comparta la responsabilidad de garantizar los derechos de los niños y niñas", indica Unicef.
La organización pide una solución "a la situación límite en la que se encuentra la infancia no acompañada en Canarias y al estado insostenible del sistema de protección de niños, niñas y adolescentes en esa comunidad" (región).
La entidad plantea poner a la infancia en el centro del interés público y eliminar "otro tipo de consideraciones políticas que alejan un posible acuerdo que permitiría dar una repuesta a esta situación de emergencia".
No obstante, considera que la reforma debe venir acompañada de financiación plurianual y suficiente para Canarias y el resto de regiones para que niños y adolescentes puedan ser atendidos de manera decuada, con protocolos de actuación en los traslados y el destino que garanticen su protección.
Las islas Canarias españolas sufren un fuerte presión migratoria desde el continente africano, con un récord de 40.000 llegadas irregulares por mar en 2023.
Las autoridades canarias tienen que atender en estos momentos a más de 5.500 menores que llegaron sin familiares ni ningún otro acompañante adulto, y cuyo traslado a otras regiones depende de la voluntariedad de estas, según el sistema actual. EFE
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