Mohamed VI de Marruecos cumple 25 años en el trono: reformas y desafíos

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Rabat, 23 jul (EFE).- El reinado del rey Mohamed VI de Marruecos, que cumple este martes 25 años, se ha caracterizado por reformas políticas como la promulgación de una nueva Constitución y económicas con la construcción de grandes infraestructuras, pero también por desequilibrios de desarrollo en las distintas regiones del país y críticas a la falta de libertad de prensa.

El rey alauí llegó al trono el 23 de julio de 1999, tras morir Hasán II, con la intención de romper con la era represiva y tradicionalista de su padre en términos de derechos humanos, la modernización de la economía y la democratización de la escena política.

Desde el principio, el joven monarca, que tiene ahora 60 años, prestó una atención especial a los derechos de la mujer y en 2003 anunció la necesidad de reformas en materia de divorcio y poligamia. Un año después se aprobó un nuevo Código de Familia, que otorgaba más derechos a las mujeres y está ahora sometido a una nueva revisión.

En un espíritu de romper con el legado represivo de su padre y arrojar luz a los conocidos como 'años de plomo', Mohamed VI creó en 2004 la Instancia de Equidad y Reconciliación, que trató más de 17.000 casos de violaciones graves de derechos humanos e indemnizó a las víctimas.

Siete años después, en 2011, la monarquía se enfrentó a reivindicaciones democráticas de las protestas de la 'primavera árabe', después de una tasa de abstención histórica en las elecciones legislativas de 2007 que superó el 60 %. Mohamed VI anunció una revisión de la Constitución.

La nueva Carta Magna, que estipula la paridad como principio regidor de las políticas públicas, consolidó la posición del Parlamento y de la Presidencia del Gobierno, aunque no modificó en lo esencial los poderes del monarca, que sigue marcando las directrices del país.

Durante su reinado, el Producto Interior Bruto (PIB) del país se ha multiplicado por más de tres hasta los 129.600 millones de euros en 2023, pero sin llegar a la velocidad de otros países emergentes de la región, como Senegal, cuyo PIB es casi cinco veces mayor.

En los últimos 25 años, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que refleja el desarrollo económico y analiza la salud, la educación y los ingresos, ha mostrado una mejora continua, pero no al mismo ritmo que otros países y Marruecos ha descendido en la clasificación internacional pasando del puesto 112 en 1999 al 120 en 2022.

Marruecos ha emprendido planes para modernizar la agricultura, hasta convertirse en un referente exportador a Europa, ha consolidado una industria textil y automovilística y prevé una transformación energética.

Se han inaugurado además infraestructuras como el megapuerto de Tanger Med, el mayor del Meditérraneo y África, se ha ampliado la red de autopistas de 400 a 1.400 kilómetros e instaurado el primer tren de alta velocidad.

A pesar de los esfuerzos estatales, Marruecos sigue sufriendo un desequilibrio entre el eje atlántico industrial más desarrollado, que conecta a la ciudad norteña de Tánger con la sureña de Agadir, y las regiones más empobrecidas del este y del sureste del país.

El terremoto de 2023 que sacudió las montañas del sur de Marrakech y dejó casi 3.000 muertos puso en evidencia un Marruecos donde todavía existen aldeas aisladas que viven en la precariedad.

Uno de los momentos críticos de la era de Mohamed VI fue el estallido de protestas sociales en la región norteña del Rif, que empezaron en octubre de 2016 en la ciudad de Alhucemas y duraron hasta mediados de 2017.

Durante las protestas, medio millar de personas fueron arrestadas. Casi todas han ido cumpliendo sus condenas o se han beneficiado de indultos reales, salvo seis, entre ellos el líder de la revuelta Naser Zafzafi, que cumple una sentencia de 20 años.

Marruecos recibe críticas en materia de libertad de prensa. Organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras, así como el Parlamento Europeo, denuncian el encarcelamiento de periodistas.

Unas condenas que, según defiende el Gobierno marroquí, son por delitos de delincuencia común, como el de violación, sin relación con su profesión de periodistas.

Rabat, 23 jul (EFE).- El reinado de Mohamed VI ha vivido momentos clave a lo largo de sus 25 años que han marcado la historia reciente de Marruecos. A continuación los más significativos.

Mohamed VI fue proclamado rey el 23 de julio de 1999 tras la muerte de su padre, Hasán II. En sus primeros discursos, se comprometió a modernizar Marruecos y a promover reformas políticas y sociales.

El 12 de julio se celebra su matrimonio con Salma Bennani (1978), una ingeniera marroquí de clase media que había conocido en un evento pocos años antes de la muerte de su padre.

El soberano rompe con la tradición de ocultar la identidad de la madre de los príncipes y da a Salma el título de princesa (lala). Lala Salma desaparece de la escena pública en diciembre de 2017 tras separarse de su esposo, aunque nunca se ha comunicado oficialmente el divorcio.

Un día antes de la boda, el 11 de julio, estalla la 'crisis de Perejil', cuando Marruecos toma posesión de este islote de soberanía española situado frente a su costa. Seis días más tarde, España recupera este territorio por la fuerza.

El 8 de mayo nace el príncipe heredero Mulay Hasán. Con Lala Salma, Mohamed VI tuvo en 2007 otra hija, la princesa Lala Khadija. Desde hace unos meses, Mulay Hasán participa cada vez más en actos públicos junto a su padre y en solitario.

Mohamed VI ordena revisar el Código de Familia para otorgar más derechos a las mujeres. El nuevo código -que está de nuevo en proceso de revisión a petición también del monarca- restringe la poligamia y el matrimonio de menores.

En 2004, el rey crea la Instancia de Equidad y Reconciliación para arrojar luz sobre los llamados 'años de plomo', en referencia la represión ejercida en el reinado de su padre. El organismo trata 17.000 casos de violaciones graves de derechos humanos e indemniza a las víctimas.

Mohamed VI presenta un plan de autonomía para el Sáhara Occidental, excolonia española controlada por Marruecos pero disputada por los saharauis del Frente Polisario, en torno a la cual gira la política exterior marroquí. Desde entonces, Marruecos propone este plan como única solución al conflicto.

En respuesta a las protestas de la 'primavera árabe', que llevan al poder a los islamistas en 2012, Mohamed VI anuncia una revisión de la Constitución.

La nueva Carta Magna, que estipula la paridad como principio regidor de las políticas públicas, no modifica en lo esencial los poderes del monarca. El rey sigue marcando las directrices del país, nombrando al primer ministro (aunque desde ese momento tiene que escogerlo de entre el partido ganador) y, en la práctica, a los ministros clave.

Como es costumbre, con motivo de la Fiesta del Trono el rey indulta a decenas de condenados, entre ellos el preso español Daniel Galván, sentenciado a 30 años de cárcel por abusar de menores. Al día siguiente, Galván viaja a España.

La decisión genera protestas en Marruecos y lleva al monarca a anular el indulto, algo nunca visto en la historia del país. Galván es detenido en España para acabar de cumplir allí su condena.

Mohamed VI visita China y Rusia buscando diversificar la política exterior de su país. Bajo su liderazgo, Marruecos ha profundizado su asociación con estos dos países para reducir la dependencia de Occidente.

El monarca se somete en París a una cirugía por una arritmia cardiaca y dos años después se le practica una segunda operación en Rabat por el mismo motivo. Los problemas de salud acompañan al rey desde 2017, cuando se le extrajo un rumor benigno de córnea.

Bajo las instrucciones del monarca, se inaugura la ampliación del hoy megapuerto de Tanger Med, que se ha convertido en el mayor del Meditérraneo y de África. Durante su reinado, se ha ampliado la red de autopistas de 400 a 1.400 kilómetros y construido el tren de alta velocidad entre Tánger y Casablanca.

El 29 de junio muere en Rabat su madre, Lala Latifa, viuda de Hasán II, que residía en París y sufría problemas de salud desde hacía años, un tiempo en el que Mohamed VI fue regularmente a verla.

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