La Justicia chilena absuelve a hijo de líder radical mapuche de ataque incendiario en 2021

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Santiago de Chile, 23 jul (EFE).- La justicia chilena absolvió este martes a Ernesto Llaitul, hijo del líder radical mapuche Héctor Llaitul, por un ataque incendiario ocurrido en septiembre de 2021 en Los Ángeles, en la sureña región del Bío Bío.

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Ángeles, según publicó la prensa local, determinó que las pruebas presentadas por la fiscalía no demostraban la participación de los acusados en los hechos.

A los otros cuatro acusados por homicidio frustrado, incendio consumado y tentado, se les aplicó la misma medida que a Llaitul, que había sido condenado a quince años y cuatro meses de cárcel.

Según el Ministerio Público, los acusados y otras personas no identificadas, formaban parte de una organización que planificaba y ejecutaba actos de reivindicación, como usurpaciones de terrenos y sabotaje.

En septiembre de 2021 tuvieron lugar los actos de intimidación con armas de fuego a conductores de camiones forestales, disparos contra la ventanilla de un conductor y el rocío de combustible en una máquina.

Ernesto Llaitul fue detenido en septiembre de 2022, una semana después que su padre Héctor, el líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), una agrupación indigenista que reivindica ataques incendiarios contra latifundistas, y que fue arrestado en el marco de una investigación iniciada en 2020 por una denuncia presentada por el Gobierno anterior, encabezado por Sebastián Piñera (2018-2022).

En el sur de Chile, las regiones de La Araucanía y el Biobío son escenario desde hace décadas de un conflicto que involucra pueblos originarios, el Estado y grandes empresarios latifundistas y forestales que explotan tierras y bosques, considerados ancestrales por las comunidades indígenas.

El presidente chileno, Gabriel Boric, que durante su campaña prometió la desmilitarización de la zona, implementada por Piñera, su predecesor, decretó el estado de excepción en el territorio en mayo de 2022 y desde entonces ha mantenido el Ejército desplegado en la región, bajo el argumento de que han disminuido los delitos de violencia rural en la zona.

Tanto parte de la izquierda como los movimientos indígenas sostienen que la militarización solo pone más tensión sobre el conflicto y defienden que son necesarias fórmulas más transversales y de largo plazo, mientras que la derecha defiende la medida. EFE

asy/ssb/afcu

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